Sofismas lingüísticos
El profesor Branchadell alerta contra los "engañosos postulados" lingüísticos de UPD (La lengua como arma arrojadiza, EL PAÍS, 5 de enero de 2008), pero me temo que para denunciarlos incurre en algún sofisma que otro. Señalo el más evidente: el derecho a la escolarización en la lengua materna que se plantea en las comunidades donde además del castellano hay otra lengua oficial, no en las demás. Aun así, si algún día en Madrid o Sevilla hubiera una demanda suficiente de enseñanza pública en catalán o euskera, me parecería muy bien que fuese atendida, pero mientras la esperamos lo urgente es no privar de su opción a quienes ya quieren ser escolarizados en castellano en Cataluña o el País Vasco, que son muchísimos.
De modo que de doble trato, nada de nada: lo que pasa es que hay ciudadanos que viven en comunidades con una sola lengua oficial y otros en las que tienen dos. La una es común a todo el Estado, la otra, particular a dicha comunidad. No sé si esta precisión lingüística es preconstitucional, pero a mí me resulta de cierta utilidad. Como también creo políticamente útil que exista esa lengua común, que allí donde falta no dejan bastantes de añorar (caso de Bélgica o de la propia Unión Europea). En España, hablando a título personal, me parece deseable una reforma constitucional para aclarar el estatus de las varias lenguas oficiales, pues salta a la vista que hoy se cometen abusos y se fomentan malentendidos sectarios.
Por lo demás, es de agradecer la atención que presta a UPD la última página de la renovada sección de opinión de nuestro periódico, la más extensa y reservada a encargos especiales. Ojalá siga ese interés en el futuro, incluso con algún artículo a favor del nuevo partido.