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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Televisión y toros

"Las cosas no ocurren hasta que no salen por televisión". Las corridas de toros pertenecen a los rituales sociales de ciertas culturas. Se celebran en plazas cerradas, circulares y herméticas y sólo para sus aficionados. El toro, el torero y la afición. Y así durante siglos, sin que el televidente contemporáneo pudiese ver, con su familia, niños incluidos, el primerísimo plano del boquete de la pica en el morrillo del toro. La sangre a borbotones que chorrea por las patas del animal, mientras el cámara de turno se recrea con un sadismo digno del mejor cine gore.

Hay espectáculos que pueden ser mucho más crueles que las corridas de toros, como el boxeo, las peleas de gallos o de perros que, por supuesto, no se televisan. La solución, antes de la prohibición de las corridas, en su contexto tradicional, debe pasar por la inmediata suspensión de su difusión televisiva, abierta y universal.

Ningún Gobierno debería permitir la difusión pública de las corridas de toros. Otra cosa será el montaje económico entre las cadenas de televisión y los empresarios taurinos.

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