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¿Victoria "pírrica" o insuficiente?

Juan Arias

JUAN ARIASEste diario tituló el pasado martes día 5: Inquietud en los inversores por la pírrica victoria del PP. Algunos lectores consideran que el adjetivo "pírrico" está mal traído en este contexto desde el punto de vista gramatical, ya que no puede usarse como sinónimo de "insuficiente".

También el filósofo y escritor Fernando Savater hizo saber al Defensor del Lector que en EL PAÍS se usa incorrectamente con frecuencia el término "pírrico" como sinónimo de "ganar por los pelos". Y no sólo en política, sino también en la sección de Deportes. "Ganar por los pelos", dice Savater, "no es una victoria pírrica, aunque pueda ser insuficiente en alguna circunstancia, ya que 'pírrico' significa que hubiese sido mejor no ganar, ya que el precio pagado por la victoria es tan grande que resulta peor que la victoria misma". Por eso, según el filósofo, "si un equipo gana sólo por un gol, aun cuando hubiese preferido hacerlo por goleada, no por eso se puede decir que ha obtenido una victoria pírrica".

Según los diccionarios de la Real Academia Española y de María Moliner, "pírricio" significa un "triunfo o victoria obtenidos con más daño del vencedor que del vencido". Como es sabido, el origen del término "pírrico" procede de Pirro, el rey de Epiro que ganó a los romanos la batalla de Ausculum sufriendo enormes pérdidas en su propio ejército. En el caso que nos ocupa, ¿se puede decir -excluido un sentido metafórico- que el Partido Popular, al ganar las elecciones, ha sufrido más daños que el PSOE, que fue derrotado en las urnas.

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Es verdad que, viendo los resultados Políticos de las elecciones, mañana el PP podría, considerar que hubiese sido mejor perder las elecciones, en la línea de la frase de Alfonso Guerra citada por Felipe González en la rueda de prensa tras las elecciones: "Nunca una victoria fue tan amarga, ni una derrota tan dulce". Pero, en el momento en el que este diario tituló "pírrica victoria", dicha afirmación ¿era información u opinión?

Alex Grijelmo, uno de los padres del Libro de estilo de, EL PAÍS, reconoce que él "no hubiera usado dicha expresión" para calificar los resultados de las elecciones del Partido Popular, aunque añade: "Pero es también cierto que hoy la Academia Española lo permite todo".

Carlos Castro, jefe de la sección de Nacional, responsable del título en cuestión, defiende así el titular tras haber sido interpelado por el Defensor del Lector: "Cuando escribí el titular pensé primero en calificar de 'corta' la victoria del PP el 3-M, pero me pareció insuficiente. El batacazo de la Bolsa -en una sola jornada se evaporó lo invertido en las tres semanas anteriores de euforia popular- hablaba por sí solo. Aznar había vendido. a los mercados financieros un triunfo rotundo, una 'mayoría suficiente' que le permitiría aplicar su programa al ciento por ciento sin tener que ceder ante nadie, especialmente ante los nacionalistas catalanes. Una 4plastante victoria que, por añadidura, dejaría a los socialistas fuera de juego una larga temporada y les obligaría a una catarsis".

"No fue sólo un triunfo corto. José María Aznar, efectivamente, ha ganado, pero, en el análisis inmediato, ha sufrido más daño que el derrotado Felipe González, que` mantiene más de nueve millones de votos y regresa a la oposición, pero en ella estará cómodo, a la espera de una nueva oportunidad y con una diferencia de poco más de un punto del previsible nuevo presidente, Aznar, que sentirá a diario su aliento en el cogote".

"La 'nueva mayoría' del PP no suma en el Parlamento los votos suficientes para gobernar en solitario, aunque su Ejecutivo finalmente sea monocolor. Sobre el papel, Aznar no podrá aplicar íntegro su programa; tendrá que revisar deprisa y corriendo su política autonómica; habrá de ceder importantes cargos, con los que ya contaba, en instituciones como Congreso, Senado, Consejo de RTVE y Poder Judicial, y ve alejado su propósito de cargarse la reforma del Código Penal".

Aznar, quiera o no, añade Castro, "tendrá que gobernar en clave de centro y, antes, tragarse los sapos de sus insultos al nacionalismo catalán. Su victoria, en efecto, es pírrica, tanto que, por perder, se ha quedado sin lo más importante- la iniciativa".

"Cuando en la sección de Nacional optamos por este titular, pensamos en todo esto como seguramente lo hizo también el novelista Juan José Millás, que, dos páginas más adelante, utilizaba el mismo adjetivo".

"¿Que a la larga Aznar saldrá ganando? Si, gracias a este nuevo estilo que se dispone a aprender, en los siguientes comicios obtuviese más Votos, eso sería análisis de aquellas elecciones, no de las recién celebradas", concluye Castro.

Sin embargo, el historiador Santos Juliá cree que nos hemos equivocado al usar el adjetivo -1'pírrico", ya que, afirma, "sólo el futuro podrá decimos si lo del PP ha sido en efecto una victoria pírrica, es decir, una derrota, o bien un avance hacia un triunfo más nítido, ya que, por el momento, es pronto para saberlo". Santos Juliá cree que, al usar en este caso el adjetivo "pírríco", hemos hecho un desplazamiento semántico. "Pírrica", afirma Santos Juliá, "es una victoria que entraña prácticamente la destrucción del vencedor, porque ha sufrido tal destrozo que la victoria se le convierte en una derrota". Y añade: "En este caso, 'pírrica' ha sido utilizada en realidad como sinónimo de victoria insuficiente, que es distinto que ganar pírricamente".

Podemos decir, pues, que existe, en efecto, cierta confusión en el uso del término "pírrico". El viernes pasado, en este mismo diario, José María Maravall calificaba de "pírrica" la victoria del PP en las páginas de Opinión, mientras que José Ignacio Wert, en la página siguiente, afirmaba que "sería inadecuado calificar de pírrica " dicha victoria. Quizás en el caso que nos ocupa el adjetivo "pírrico" podría justificarse más como una interpretación política que gramatical del adjetivo.

Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al número 91 / 337 78 36.

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