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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Visionarios

Se ha convertido en una tradición (otra) la inauguración durante la precampaña electoral de diferentes obras o servicios públicos dedicados especialmente al bienestar de los ciudadanos. Es entonces "normal" poder asistir física o virtualmente a estos actos, y poder "disfrutar" de la presencia de los candidatos que, siempre con una sonrisa, cortarán la cinta, correrán la cortinilla que deja a la vista una placa con una mención y una fecha, saludarán con la mano, a veces dirán unas palabras y se marcharán. Más tarde, nos enteramos por la prensa de que las obras de hospitales, colegios, estaciones, etcétera, no estaban terminadas.

Pero nunca habíamos tenido la oportunidad de poder asistir a la inauguración de un aeropuerto, como en Castellón de la Plana, sin aviones y sin permiso de navegación. Esta inaudita inauguración por parte de Camps y Fabra se justifica por la inminente retirada de la política del actual presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, que perdería la ocasión de que su nombre aparezca en la placa conmemorativa. Y claro, que el nombre de "uno" aparezca en una placa conmemorativa de la inauguración de un aeropuerto es como si te tocara la lotería.

Otra de las ventajas de este peculiar aeropuerto es que los padres con sus hijos, las parejas de novios o los jubilados podrán pasear por las pistas de aterrizaje sin peligro a los aviones. Qué suerte la de los castellonenses.

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