Vuelta de tuerca a la sanidad
Mi madre, de 82 años es diabética y se administra diariamente glucosa de forma oral. Desde esta semana la Comunidad de Madrid, con Esperanza Aguirre a la cabeza, ha dado orden en una circular interna a los profesionales de la sanidad publica, que no se suministre a los pacientes las tiritas necesarias para realizarse los test de glucosa. La medida obliga a éstos a gastarse 30 o 40 euros por cada caja de test de tiritas. Muchos de ellos son pensionistas con unos ingresos que oscilan entre los 600 y 1.000 euros. La presidenta y su consejero Güemes (de rancio recuerdo por sus declaraciones sobre el hospital Severo Ochoa de Leganés) vuelven a la carga y dan una nueva vuelta de tuerca para cargarse la sanidad pública y dedicar nuestros recursos públicos para financiar la privada.