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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El asesinato de Calvo Sotelo

Bajo el título de Una lamentable manipulación, Santos Juliá ha publicado un artículo sobre el que denomina "sesgado documental" El asesinato de Calvo Sotelo, del que soy director. Contra lo que él plantea, en ningún momento se ha pretendido defender la tesis de que "la Guerra Civil fue la consecuencia del asesinato de Calvo Sotelo". Menos aún que dicho asesinato fuera "una acción decidida en el Ministerio de la Gobernación".

Una serie sobre la Guerra Civil exige hacer referencia al clima político de España en 1936. Para ello es adecuado recordar el asesinato de Calvo Sotelo, pues en él concurren circunstancias muy especiales. Prescindiendo de los "hay que arrastrarlos" y expresiones análogas que se le solían dirigir desde los escaños del Frente Popular, prescindiendo de su enfrentamiento con Casares Quiroga, lo cierto es que Calvo Sotelo fue amenazado de muerte en la sesión de Cortes del 1 de julio por el socialista Galarza. Días más tarde los agentes de su escolta fueron sustituidos por otros cuya misión no era protegerle. En la madrugada del 13 de julio, miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado y militantes del PSOE se presentaron en su domicilio y le asesinaron. ¿Fue ello la causa de la Guerra Civil española? No. La causa de la Guerra Civil española fue que en España existía un clima político que hacía posible que ocurriera todo cuanto llevamos descrito, incluyendo las numerosas muertes e incidentes que se producían en las calles, algo que Calvo Sotelo denunció repetidamente en el Parlamento.

El vídeo deja constancia de que la conspiración estaba en marcha desde hacía varios meses. Ahora bien, yo soy de quienes, como el militar republicano Pérez Salas, pensamos que el conflicto pudo evitarse si después del asesinato hubiera habido una "rápida y enérgica intervención del Gobierno" que diese la impresión de que "se hallaba dispuesto a terminar con el terrorismo de cualquier parte". No fue así, y aquel crimen, que pese a ser la mejor prueba del caos existente pudo ser la última oportunidad para evitar la guerra, sirvió para que se sublevaran los indecisos.

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