Las cuentas del tabaco
Hace poco se ha informado de que los fumadores suponemos para la Administración 7.000 millones de euros en gastos sanitarios derivados del consumo del tabaco.
Pero hay que hacer las cuentas bien. Veamos. En primer lugar, la Administración recauda más de 9.000 millones de euros en impuestos derivados directamente del consumo del tabaco, es decir, la Administración obtiene unos beneficios de un 30%. Pocos negocios son tan lucrativos.
Pero es que hay más: según datos de la propia Administración, los fumadores tenemos una esperanza de vida de 10 años menos que los no fumadores. Esto quiere decir que, por término medio, moriremos alrededor de los setenta años. O lo que es lo mismo, nos pasamos nuestra vida laboral cotizando a la Seguridad Social y cascamos al poco tiempo de jubilarnos, ahorrando a aquélla 10 sabrosos años en pensiones de jubilación. Que yo sepa, esto tampoco se tiene en cuenta a la hora de ver lo gravosos que resultamos.
Los fumadores tenemos un problema: somos presas de un vicio que nos resulta muy costoso en términos económicos y de salud. Y lo que es peor, no tenemos razón: ante cualquier conflicto de derechos con los no fumadores, deben prevalecer los de éstos. No hay duda. Pero por lo menos, que no nos insulten.
Cuando las cuentas se hacen bien, resulta que los fumadores no somos un lastre. Somos un chollo. Y la Administración lo sabe.
