La cumbre Rusia-UE
Me imagino que en la cumbre Rusia-Unión Europea que comienza el 31 de mayo hablarán de cosas importantes. Es decir, de cómo mejorar las relaciones comerciales entre ambas partes. Y más teniendo en cuenta la crisis que nos obliga a centrarnos en la reactivación de la economía, favorecer grandes inversiones o controlar el flujo migratorio para optimizar su impacto en el mercado.
Se podrán centrar en todo ello, claro está, gracias a que Rusia ya es uno de los nuestros. Estar en el mundo libre hace que las cosas se vean de otra manera. Los abusos cometidos en el Cáucaso, las denuncias de tortura, la persecución racial que en 2009 fue la causa de 71 muertes, el hostigamiento a homosexuales y a defensores de derechos humanos, los juicios sin garantías, la desprotección de las mujeres maltratadas... ¿estarán presentes sobre la mesa en la cumbre? ¿Saldrán los nombres de la lista de asesinados como Anna Politkóvskaya, Anastasia Baburova, Stanislav Markelov, Natalia Estemirova o Aleksei Sokolov? Ah, no. Este último no está en la lista. Al menos de momento. Ignoro si la presidencia española de la Unión Europea estimará importante intentar asegurarse de que no lo vaya a estar.
