¡Qué envidia!
Se acaba de aprobar una nueva ley durísima contra el tabaco en Reino Unido y yo acabo de esbozar una sonrisa al verlo por televisión. ¡Qué envidia! Ojalá pudiéramos demostrar en este país que estamos igual de avanzados que en Inglaterra. Luego queremos ser los más europeos, los más modernos... Pero una ley contra el tabaco blandita, que no se cumple en la mayor parte de los locales, que provoca enfrentamientos entre comunidades, que no vela por la salud de la gente... es lo que tenemos aquí. Y de repente, primero fue Irlanda, que prohibió fumar en todos los bares, y ahora Reino Unido. Y aunque parezca increíble. ¡Que no se acaba el mundo! Primero está la salud y después el derecho a fumar. Lo ha dicho el ministro de Sanidad del Reino Unido: "Un país libre de humo mejorará la salud de miles de personas". No parece demasiado complicado de compartir. ¿El beneficio?: medio millón de vidas salvadas al año. ¿Merece la pena seguir su ejemplo? Yo creo que sí.