El español en el cine
El artículo de John J. Healey me ha recordado la reflexión del escritor Juan Benet en La inspiración y el estilo, donde nos explica las causas que llevaron a la literatura española, a partir del siglo XVII, a alejarse del "gran estilo" que cultivaron las otras literaturas europeas y a refugiarse en un estilo tabernario y castizo. No puedo estar más de acuerdo con él. Es escasa la atención que se le presta al español con el propósito de "elevarlo" por encima del tópico esperable, pues se tiende a confundir con lo cursi. Por tal razón se dice que hay que hablar como en la calle, con la misma estridencia y chulería. Pero lo comentado por John J. Healey no solo afecta a directores y actores, sino a profesores, locutores, periodistas y políticos. Es el esperpento español, que supo diseccionar magníficamente Valle-Inclán. Detrás se solapa la falta secular de cultura y el desprecio excluyente de lo ajeno. De ahí ese encanallamiento expresivo, por ejemplo en los doblajes, como a veces denuncia Javier Marías, escritor atento a estos aspectos y amigo de Benet.