Por una gestión forestal sostenible
Clausurado el Año Internacional de los Bosques, espero que esta carta no sea un réquiem por los montes españoles. Soy consciente de que la conservación de la naturaleza no sea la materia prioritaria en un país en crisis, pues es política de futuro.
También comprendo que se supriman departamentos, pero no dividirlos, y eso le ha pasado al Forestal en la reorganización del Ministerio de Agricultura. Su muerte estaba anunciada al ir cambiando de nombre, de Conservación de la Naturaleza a Biodiversidad y luego a Medio Natural y Política Forestal; para que algo desaparezca nada mejor que esto, al final nadie lo identifica y se desvanece. El último ya era desafortunado pues diferenciaba dos ámbitos de actividad donde solo hay una ¿o alguien piensa que la política forestal se aplica fuera del medio natural?
Los dos supuestos ámbitos -conservación y gestión- han estado juntos desde hace 150 años, porque el uno no se concibe sin el otro. ¿Qué es sino la Gestión Forestal Sostenible? La Red Natura 2000, la mayor apuesta de la UE para conservar la biodiversidad, es en un 70% territorio forestal. ¿De quién dependerá ahora: de la dirección general donde está ubicada Política Forestal o de la que ha absorbido a Medio Natural?
Al separarlas se acabará con 40 años de esfuerzos por buscar lugares de encuentro, complicidades y sinergias en este complicado mundo de la naturaleza y la Gestión Forestal Sostenible, concepción equilibrada de los aspectos ambientales, sociales y económicos de los bosques, habrá quedado hecha añicos.
Un consejo, incorporen todo al Desarrollo Rural: Medio Natural, Política Forestal y los Parques Nacionales, aunque estos merecerían una carta aparte. Los bosques lo agradecerán.
