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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Una idea en la ONU

La Alianza de Civilizaciones se alumbró como una frase, de significado impreciso y discutible, en un discurso de Zapatero hace poco más de un año ante la Asamblea General de la ONU. De ahí salió un grupo de trabajo que la desarrolló en análisis y conclusiones que ayer en Nueva York, casi a modo de despedida de su cargo, hizo suyas como Plan de Acción el secretario general saliente, Kofi Annan, y adoptó el entrante Ban Ki Moon. Era difícil prever que una idea improvisada como ésta llegaría a institucionalizarse. Ahora la Asamblea General debe dar su parecer y el nuevo secretario nombrar un representante especial para desarrollarla,

que bien podría acabar siendo el propio Annan.

Aunque los problemas de este mundo no se van a resolver sólo con intercambios educativos, formación de periodistas en la diversidad cultural o utilizando ese crisol que trae consigo la inmigración, el mensaje político central viene al punto: es necesario un multilateralismo eficaz, en el que tanto insiste Annan, y desactivar el polvorín israelo-palestino (doble, pues ahora son los propios palestinos los que están enfrentados entre sí), pues de él se alimentan otros odios.

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La idea ha ganado apoyo internacional porque tras los atentados de Nueva York, Madrid y Londres -y varios otros- el discurso dominante, impulsado desde Washington, había sido el de la dureza frente al fanatismo. El agravamiento de las guerras de Irak y de Afganistán, el horror de la de Líbano y los excesos de la llamada por Bush "guerra contra el terrorismo" requieren recentrar el debate en el conocimiento mutuo y en el diálogo entre culturas para aislar a los fanáticos.

Las elecciones al Congreso el pasado mes y el Informe del Grupo Baker sobre Irak, que ha puesto de relieve el cúmulo de errores cometidos, están obligando a cambiar el tono del discurso en EE UU y en el mundo, incluido en España el del PP.

En sintonía con el discurso de Zapatero y de la Alianza de Civilizaciones, el valor más importante para los europeos, tal como refleja el último Eurobarómetro, es el de la paz. El respeto a las otras culturas (11%) y sobre todo la religión (7%) están en la cola. Pero hay otro desafío puesto de relieve por la encuesta del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia: el incremento de la discriminación, percibida a su vez de forma cada vez más intensa por muchos musulmanes. El choque a evitar no es ya exógeno, sino endógeno. La Alianza debe empezar a ponerse en práctica entre nosotros.

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