De la importancia de los muertos
30 de diciembre de 2006: desde que surge la terrible noticia del atentado perpetrado por la banda terrorista ETA en la T-4 de Barajas en el que mueren cruelmente dos inmigrantes de nacionalidad ecuatoriana, no podemos negar que nos bombardean todos los medios de comunicación con ella. Dramáticas fotos de los familiares afectados, de los entierros, madres desconsoladas, autoridades sumamente afligidas... Todos los días sale algo que se le relaciona en portada.
Otras portadas. 15/12/06: mueren de hambre y frío 24 inmigrantes en un cayuco... frente a África. Días siguientes, nada.
18/12/06: desaparecen unos 100 sin papeles que navegaban de Senegal a Canarias. Días siguientes, nada.
02/01/07: llega un cayuco con 120 inmigrantes, uno de ellos muerto... otros dos cuerpos sin vida fueron arrojados antes de llegar a tierra. Días siguientes, nada.
¿Dónde están las madres desconsoladas? ¿Dónde los entierros masivos? ¿Dónde las autoridades afligidas? ¿Nos importan menos? ¿No es de nuestra incumbencia? ¿No nos sentimos responsables? ¿Víctimas?
A mí, como a muchos, espero, de igual forma se me encoge el corazón frente a la injusticia, la crueldad y todo el mundo implícito de desgracia humana que encierran estas noticias. Inútilmente muertos por una bomba asesina, o de hambre y frío en un cayuco de mala muerte.
