Una incertidumbre menos

De todas las sorpresas que nos puede deparar 2012, una ha quedado ya descartada. No sabemos si Obama alcanzará su segundo mandato presidencial o si un republicano lunático y extremista será el próximo inquilino de la Casa Blanca. Tampoco si un socialista conseguirá desbancar a Nicolas Sarkozy como presidente de la República. Tenemos la quiniela bastante segura respecto a la futura cúpula del comunismo y del Estado chino, la quinta generación después de Mao Zedong, aunque habrá que esperar al congreso del omnipotente Partido único para conocer la correlación de fuerzas interna entre los mandarines que rigen la nueva superpotencia emergente. Donde no queda margen para el error es en Moscú: ya sabemos los resultados de las elecciones presidenciales de marzo.
Quienes siempre hacen la apología de lo previsible en política pueden estar satisfechos. La democracia soberana rusa ha proporcionado toda una lección de cómo evitar los cabos sueltos, fuente siempre de conflictos, respetando las sagradas apariencias de los procedimientos electorales. Habrá elecciones. Con distintas opciones. La Constitución, que prohíbe al presidente presentarse a un tercer mandato, será respetada, sin necesidad de cambiar las reglas de juego a mitad del partido. Y, sin embargo, todo saldrá según lo previsto.
Por si no estaba claro. Las democracias soberanas solo son democracias en el nombre, es decir, en la apariencia de una farsa electoral con urnas y papeletas. No hay división de poderes. No hay control parlamentario del ejecutivo. Menos todavía lo hay del judicial. Los medios de comunicación se hallan encadenados, los periodistas independientes son acosados y a veces asesinados. La libre empresa funciona si se somete al poder; en caso contrario, se convierte en actividad delictiva, que comporta la desposesión y la cárcel. Y eso sí, quien se somete a las tácitas reglas de la autocracia puede llegar lejos, en poder y en riqueza. A esto se dedica la nueva burguesía de los siloviki, los exmiembros de los servicios secretos que tienen en Putin a su máximo representante.
Presidente y primer ministro los últimos doce años, ocho y cuatro respectivamente, el jefe de los siloviki será presidente como mínimo los próximos seis. Llegó al poder como primer ministro de un Borís Yeltsin convertido en una ruina, en agosto de 1999; el último día de aquel año se convirtió en presidente interino; y ya no se ha ido. Presidente en 2000 y de nuevo en 2004, ante la imposibilidad de una inelegante reforma constitucional que le diera un tercer mandato -aunque sí la hizo para alargar cada período de cuatro a seis años-, dejó a Dmitri Medvédev que le calentara la silla y ahora va a enfilar doce años más, seis y seis, que le colocarán en el olimpo ruso de los autócratas, junto a Stalin (31 años), Bréznev (18) y los zares más longevos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Asesinado a balazos un exinspector de la Fiscalía de Sinaloa en Culiacán
Trump exagera en un discurso a la nación los logros de su primer año y culpa a Biden de la marcha de la economía
La Cámara de Representantes rechaza dos propuestas para impedir a Trump lanzar un ataque unilateral contra Venezuela
Los campesinos amagan con revivir las protestas en México por los precios de las cosechas
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- Víctor Manuel, músico: “El capital tiene que rectificar, nunca pensé que fueran a ser tan voraces”
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”




























































