La memoria, de nuevo
Viajando el mes de agosto por las capitales bálticas encontré, sin buscarlos, sendos monumentos de homenaje de las brigadas internacionales que defendieron la legalidad republicana en la Guerra Civil española. En Copenhague, en un precioso parque cerca del puerto, existe un monolito que recuerda a los más de 500 voluntarios daneses que lucharon por la libertad en España. Y en Estocolmo, también en un parque céntrico, una gran mano de granito, semiabierta, homenajea a los centenares de jóvenes suecos que se sumaron a la lucha contra el fascismo en nuestro país.
Me llama la atención que en España no exista ese tipo de monumentos o no tan destacados. Me consoló, sin embargo, a mi vuelta a Rota (Cádiz), encontrarme con una lectura pública y al aire libre de poesías de la generación de 1927 por parte de Luis García Montero, Almudena Grandes, Eduardo Mendicuti y Miguel Ríos, entre otros, que se convirtió en una reivindicación de la memoria histórica y del espíritu de la II República Española.