Una ocasión perdida
Si no he entendido mal a mi colega Moreno Castillo (Algunos males del sistema educativo, EL PAÍS, 4 de diciembre), la responsabilidad de que haya alumnos que terminen la ESO siendo "incapaces de operar con decimales", "sin saber la tabla de multiplicar" o "redactando mal y escribiendo con faltas de ortografía" recae en una reforma educativa disparatada, en el gamberrismo e indisciplina alarmantes que viven los institutos, en el infantilismo de los alumnos (fomentado por sus padres) y en las "necedades" con que nos regalan los pedagogos y otros "presuntos expertos" en educación. Los profesores, en cambio, "hacemos bastante más de lo que estrictamente nos corresponde" y, gracias a eso, el sistema no se hunde. Lástima que, para una vez que uno de los llamados "profesores de a pie" tiene acceso a una tribuna periodística tan influyente, quede estrepitosamente en entredicho nuestra capacidad de autocrítica.