_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El problema sucesorio

El debate sobre el liderazgo lleva demasiado tiempo consumiendo las fuerzas del PSOE

El secretario de Organización del Partido Socialista, Marcelino Iglesias, aseguró ayer que José Luis Rodríguez Zapatero no le ha comunicado aún si aprovechará la reunión del Comité Federal del 2 de abril para despejar las incógnitas sobre su futuro. Los principales dirigentes socialistas creen, a estas alturas, que la decisión de no continuar está adoptada y que la principal discrepancia reside en determinar el momento para hacerla pública.

La mayoría de los candidatos municipales y autonómicos socialistas, que se juegan su cargo el 22-M, prefiere que el anuncio sea anterior a la campaña electoral por considerar que beneficiaría sus intereses el hecho de que el PP no pueda utilizar la cita como un plebiscito contra Zapatero. Otros dirigentes, minoritarios, consideran que es mejor posponer la decisión para después de las elecciones del 22 de mayo. En ese caso, si el PSOE cosecha un mal resultado electoral, el presidente debería asumir además el coste de que muchos pudieran interpretar el anuncio de su retirada como una consecuencia de un mal resultado en las urnas. En medio de este debate, está la convicción, compartida por todos en el PSOE, de que si finalmente el presidente renuncia a volver a ser candidato, merece un final "digno".

Más información
"Decidiré pensando en lo mejor para España y el partido"
Zapatero elude despejar su futuro ante el desconcierto de la ejecutiva
Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

El anuncio de la renuncia, en cualquier caso, abriría un periodo de incertidumbre que algunos desearían cerrar inmediatamente con unas primarias de urgencia con un único candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, el mejor colocado en todas las encuestas. Sobre esta posibilidad no parece que haya aún la necesaria unanimidad. El desgaste para el partido sería aún mayor si la nominación del nuevo líder originase tensiones internas por el procedimiento o el calendario.

La disyuntiva ante la que se ha colocado Zapatero y, con él su partido, no es sencilla. Sobre todo en la eventualidad de que las municipales y autonómicas se salden con una contundente derrota de sus candidatos. En esa hipótesis, podrían aparecer voces, y no solo fuera del PSOE, que reclamaran la disolución de las Cámaras. La posibilidad de escapar a este laberinto sucesorio en el PSOE depende de las decisiones que adopten los dirigentes socialistas en los próximos días. Aunque el debate sobre el liderazgo no se haya abierto de forma oficial, de manera implícita lleva tiempo consumiendo las fuerzas del partido socialista. Tal vez demasiado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_