La red de aeropuertos en España
Una vez más, el anuncio de incremento de las tasas aéreas pone de manifiesto la incapacidad del Gobierno para realizar una ordenación del territorio adecuada a nivel estatal. Es un hecho conocido que la existencia de 48 aeródromos en el territorio nacional es una muestra clara de ineficiencia económica; dentro de la red aeroportuaria hay aeropuertos que no son rentables y sus pérdidas deben ser sufragadas por un mecanismo de compensación con los ingresos de los otros.
Además, esta situación sobre la que no se toma acción tiene efectos negativos en dos sentidos: primero, no cumplen con las directrices de la Unión Europea en la materia que recomiendan que los gastos de explotación de cada aeropuerto se encuentren equilibrados para garantizar su viabilidad económica; segundo, desencadenan guerras por la captación de vuelos, las mismas que pueden tener dos ámbitos de actuación dentro de las propias Comunidades Autónomas como pueda ser el caso de Galicia o Cataluña -recordemos las declaraciones de Mas sobre el aeropuerto de Barcelona con respecto a Girona y Reus- o bien entre las propias Comunidades Autónomas como Asturias, Cantabria y Galicia.
En definitiva, la propuesta del Gobierno en sus Presupuestos Generales del Estado, lejos de fomentar, valga la redundancia dado que sale del propio Ministerio de Fomento, la primera industria nacional que es el turismo a través de precios competitivos, recurre a la solución fácil de subir las tasas en aquellos aeropuertos con volumen de negocio, sin encarar el problema estructural de una reordenación y cierre de aquellos aeropuertos que no son rentables.