Más sobre la sumisión química
Mi felicitación por el excelente reportaje de Carlos Arribas: 'Colocados' con receta, complementado por el análisis del doctor G. Borreguero sobre el abuso del Zolpidem por los jóvenes. Sin embargo, me permito ponerle un pero que me gustaría explicar. Se refiere a la omisión (involuntaria, por supuesto) de la utilización de este principio activo en casos de agresiones sexuales, sobre todo a mujeres, precisamente por una de las características más resaltadas en su reportaje: la provocación de un cuadro de amnesia anterógrada, que impide a la víctima recordar los hechos acaecidos en situaciones festivas. La denominada "sumisión química" es un fenómeno de nuestro tiempo y utiliza fármacos y drogas que combinados con el alcohol genera una indefensión en aquellas personas sobre las que se puede cometer un delito de abuso, o simplemente robarles. La persona tarda en darse cuenta del hecho, denunciándolo unos días después y en los servicios hospitalarios o médico legales la única prueba que pueden buscar es la de restos biológicos de violación, y en ningún caso se ocupan de su detección en sangre, orina o cabello.
El fenómeno de "sumisión química" es un hecho emergente en nuestra sociedad, y relevante en casi todos los países de Europa; éstos tienen protocolos hospitalarios encaminados a detectar su uso. En Estados Unidos, el Drug Facilitated Sexual Assault (DFSA) está protocolizado en todos los hospitales, y constituye un logro social muy relevante.
Divulgar los efectos perniciosos del abuso del Zolpidem, no sólo deberían incluirse los que pueden originar a los jóvenes deportistas, sino a víctimas de agresión sexual, que en un porcentaje muy alto son mujeres, añadiendo que hay que estar alerta, y sobre todo se puede encontrar al culpable aportando pruebas.
