Dos verdades económicas
Primera: el tipo de interés de intervención para toda la zona euro, del que se derivan los demás tipos, entre ellos los que se aplican en nuestras hipotecas, lo fija el Banco Central Europeo. Por consiguiente, la subida que han experimentado estos tipos en los últimos años no se puede achacar al Gobierno.
Segunda: la tasa de inflación obtenida con lo que se conoce como deflactor del producto interior bruto (PIB) se situó en 2,9% anual en el último trimestre de 2007. Ésa es la inflación que, al ser causada por el proceso de producción dentro de España, se puede atribuir al funcionamiento de nuestro sistema económico y a las medidas adoptadas por el Gobierno español. Mérito de nuestro sistema y del equipo económico que dirige el señor Solbes es que el deflactor del PIB haya bajado de 4,1% a principios de 2004 a 2,9% a finales de 2007.
Cierto, la subida del IPC en ese cuarto trimestre de 2004 fue 4,2% anual. Pero buena parte de esa subida se debe al crecimiento desmesurado de los precios de bienes importados indispensables que o bien están dentro de la cesta de la compra o bien inciden en la producción de la misma, tales como el petróleo, materiales de construcción y cereales. La responsabilidad que se puede achacar al Gobierno español de la evolución de los precios de esos productos importados es bien pequeña o nula. Los que emiten campañas y pregones políticos responsabilizando al Gobierno socialista de que "las hipotecas están por las nubes" y de que las familias no pueden llegar a final de mes por el "encarecimiento de la cesta de la compra", o bien carecen de conocimientos económicos, o bien actúan de mala fe y engañan a los ciudadanos españoles.
