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Reportaje:

Estoy solo, ¿y qué?

Maite Nieto

Son más de siete millones en España y el número sigue en aumento. Se adaptan a cualquier hábitat de la geografía nacional, pero su medio natural son las ciudades de más de 100.000 habitantes. Cuanto mayor sea la urbe, más fácil resulta encontrarse con ellos.

Tienen gustos y aficiones distintas, pero comparten la inquietud por estar activos y atentos a lo que ocurre. Su nivel de ingresos fluctúa entre tener que apretarse el cinturón para llegar a fin de mes después de haber pagado la hipoteca, y poder permitirse caprichos de sibarita sin tener que preocuparse por el color de los números de su cuenta corriente. Pero, al margen de su situación bancaria, la mayoría están dispuestos a hacer un dispendio sólo "porque yo lo valgo".

Más caprichosos y con una economía más saludable que la media. La industria busca soluciones hechas a su medida
Innovadores y buscadores de soluciones de conveniencia, han encontrado en Internet un sistema para relacionarse
Sólo el 40% de los impares afirma disfrutar de sus relaciones sexuales. Es tendencia el retorno del romanticismo
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Se cuidan. Seleccionan lo que comen, se preocupan por mantenerse en forma, e incluso el 50% del grupo, los que pertenecen al sexo masculino, considera mayoritariamente que la cosmética y el cuidado personal son ya hábitos normalizados entre sus costumbres.

Su casa suele estar abierta a los amigos y la familia, de hecho se preocupan por crear en ella un ambiente agradable, pero la realidad es que pasan más tiempo fuera que dentro. Superan la media nacional en estar al tanto de la oferta cultural de su entorno, y se mueven con soltura por Internet para ampliar sus relaciones amorosas y sociales.

Por el número ya habrán deducido que se trata de una especie cada vez más común, con grandes expectativas de crecimiento para el futuro (baste decir, por ejemplo, que en Madrid suponen un 13,8% de la población, mientras que en Berlín, considerada su capital en Europa, son ya el 50%) y que, por tanto, se ha convertido en un grupo codiciado por la industria, que ve en ellos un auténtico filón de potenciales consumidores.

Con o sin parejas en su pasado reciente, con o sin hijos en su presente, todos ellos se agrupan bajo una denominación que los identifica. Son los llamados impares o singles. Dos términos que, según quien los maneje, se refieren a grupos de población diferentes que comparten algunas características y divergen en otras.

Para las empresas dedicadas al ocio, single engloba a todas aquellas personas de entre 25 y 65 años que viven sin pareja convencional, ya sean solteros, separados, divorciados o viudos. Sin embargo, algunos estudios de mercado utilizan este término para referirse exclusivamente a aquellos que viven solos: más de tres millones en España, según datos de la consultora TNS Worldpanel.

La gran diferencia entre unos y otros se mide en términos económicos: menos cargas familiares, más dinero para gastar. Según datos del departamento de estudios del salón Single-Ind Life, los impares españoles de entre 30 y 45 años disponen de ingresos mensuales un 40% superiores a los de la media de personas de su franja de edad. Un matiz a tener en cuenta en determinadas áreas de consumo ?por ejemplo, en moda, decoración, tecnología y lujo, en los que son considerados usuarios de consumo máximo?, pero menos válido si de lo que se trata es de indagar en las necesidades y características de este nicho de población para poder ofertar lo que demandan.

Una queja generalizada de este grupo de consumidores va dirigida hacia la alimentación. La progresiva desaparición del pequeño comercio a favor de las grandes superficies para la adquisición de productos de consumo diario ha generalizado los envases grandes y cantidades pensadas para familias de varios miembros. Los singles dicen que tiran comida porque no les da tiempo a consumirla antes de que se estropee y que por este mismo motivo (aunque también por comodidad) terminan comprando mucha comida preparada. La industria y los grandes canales de distribución empiezan a tener en cuenta este hecho, aunque todavía de forma tímida. Responsables de Carrefour, los supermercados de El Corte Inglés o la cadena Eroski dicen que todos están ofreciendo ya productos en formatos pequeños adaptados a este tipo de hogares: bandejas con dos filetes, sobres con menos lonchas de embutido, cajas de leche de cuatro unidades, paquetes de papel higiénico de cuatro rollos en lugar de los tradicionales de 12 o 18, o batidos y zumos monodosis. Las fuentes de Carrefour son todavía más precisas al hablar de la demanda de este sector: "Los singles quieren también platos preparados pero de una sola porción; les gustan los sabores multiculturales porque son más viajeros que la media, y un grupo de ellos convierte la alimentación en la estrella de un día de la semana, volviéndose entonces clientes gourmet que buscan el mejor foie, jamón o vino, aunque en el resto de los productos el precio siga mandando".

Agustín Torres, director del salón Single-Ind Life, que va ya camino de su tercera edición, tiene claro que los impares interesan a todo tipo de empresas, "porque tienen poder adquisitivo y también porque su decisión de compra es muy alta. Si quieren algo y pueden comprarlo, lo hacen, no tienen que pactar con nadie". Pero su experiencia en la organización de este salón, que nació para tender un puente entre el colectivo y la amplia oferta que ya existe para ellos, también le lleva a afirmar que "las empresas que están lanzadas al cien por cien respecto a este grupo son las de ocio: portales de encuentros en Internet, clubes de fiestas, revistas especializadas, agencias de viajes?".

Conchín Para es la creadora de la revista y el Club Impar, que ya llevan seis años en funcionamiento, y no cree descubrir ningún secreto cuando afirma: "De los singles se conocen algunas necesidades básicas, pero todos ellos tienen una en común: la necesidad de salir. Lo malo es que la sociedad ha marcado que hay que hacerlo en compañía, y te encuentras a gente profesional, inteligente, atractiva, con relaciones y agendas repletas durante la semana que, cuando llega el fin de semana, un puente o unas vacaciones, se sienten colgados u obligados a organizar rápidamente cualquier tipo de plan para tapar esos huecos". "En términos generales, los impares de menos de 45 años", continúa Para, "buscan pareja en un porcentaje muy alto, pero los de más de 45 tienden simplemente a querer relacionarse. Después llegará la pareja o no, pero no es lo más importante. La gente necesita una disculpa mental para salir, y nosotros organizamos cenas literarias, visitas turísticas, fiestas, tertulias, viajes?, y en nuestra revista en Internet ofrecemos todo tipo de información especializada dirigida a los impares que necesitan saber que no están solos y que pueden hacer muchas cosas".

La misma oportunidad de negocio vieron hace dos años los impulsores de Single Ocio, una empresa que se ha asociado con Viajes Halcón para ofertar viajes de todo tipo para impares, y que también organiza fiestas, cenas, cursos o salidas al teatro para los que están sin pareja. Mónica Lobo, la directora de Single Ocio, explica que vieron una demanda sin cubrir y se lanzaron a ella. "Los singles no son gente rara; tienen familia, amigos? Pero cuando no coinciden con ellos para viajar, se encuentran desubicados en los grupos de viaje habituales. Eran los bichos raros del grupo, estaban descolgados en las comidas, durante el tiempo libre? En nuestros viajes buscan sentirse cómodos, y también conocer gente nueva, encontrar grupos de amigos. Los que más se apuntan son personas de entre 45 y 55 años, y también cada vez más entre los 55 y 65 años. Y aunque piden viajes de todo tipo, suelen preferir los destinos fuera de España; y les encantan los cruceros porque son cómodos, se conocen varios lugares en un mismo viaje y favorecen conocer gente".

Tanto Conchín Para como Mónica Lobo coinciden al señalar que en las fiestas y cenas, el porcentaje de hombres y mujeres está bastante equilibrado, pero a la hora de viajar o participar en tertulias, el sector femenino gana por goleada. "Son más activas y, además, muchos hombres duran solos un cuarto de hora", afirma riéndose Conchín Para. "Luego vuelven cuando las cosas salen mal", continúa explicando, "pero, en términos generales, ellos acuden a estas iniciativas a emparejarse, mientras que las mujeres, especialmente si son mayores de 45 años, se lo piensan más. Quieren relacionarse, pero tienen una vida montada y no quieren complicaciones. Las mujeres piensan en el hombre del futuro que todavía no es, y los hombres buscan una mujer que ya no existe".

En general, lo que sí comparten los singles, según un estudio de TNS Worldpanel, es que son más innovadores que la media y también grandes buscadores de soluciones de conveniencia, ya sean tiendas, ideas o sistemas que les faciliten cubrir lo que quieren de forma rápida, eficaz y en el horario más amplio posible. De ahí parte del éxito de canales de venta que ofrecen un poco de todo a cualquier hora, tipo Opencor, Supercor o gasolineras con zona de tienda generalista.

Extrapolar estos conceptos al mundo de las relaciones personales justifica el despegue imparable que han tenido los portales de encuentros, también llama-

dos de amor y amistad, en Internet. Match.com, Meetic.es, Parship.es o be2.es son algunos de los más conocidos. Precisamente, un amplio estudio sobre los solteros españoles realizado por Parship en 2005 concluye que un 30% utiliza Internet como medio para conocer gente nueva y que el porcentaje aumenta entre los solteros de mayor edad.

Ana Díaz, directora de comunicación de Match.com España, afirma que los usuarios de su portal "tienen un nivel adquisitivo medio-alto, que un 80% son titulados universitarios, y el 65% son hombres y el 35% mujeres, exactamente la misma proporción de quienes utilizan Internet, aunque se tiende al 50%. En total, en España, tenemos 3.000.000 de usuarios registrados y se incorporan 120.000 nuevos cada mes".

Lo que empezó hace 12 años siendo una idea de cinco mujeres para conocer gente de su campus universitario, ha acabado convertido en un negocio que nutren más de 15 millones de usuarios de 246 países de todo el mundo, que tiene versiones en 18 idiomas y que a lo largo de 2005 llegó a facturar casi 190 millones de euros. En esta lista, España es el segundo país europeo por volumen de facturación y el cuarto del mundo tras EE UU, Japón y el Reino Unido.

"Los jóvenes de entre 18 y 25 años buscan en Internet amistad y diversión", continúa explicando Díaz; "de 25 a 35 años, la amistad deja abierta la posibilidad al 'y después ya se verá', y a partir de los 35 años se busca pareja de forma seria. Nosotros ofrecemos la plataforma para que se pongan en contacto y el anonimato está garantizado. Después son ellos los que eligen y deciden".

Para quienes a estas alturas están pensando "esto es para perdedores, gente que no sabe ligar o raros", los que conocen cómo y quiénes utilizan este tipo de portales aseguran que sólo hay que echar un vistazo y leer algunos de los perfiles de los usuarios para darse cuenta de que son gente normal, y que en este medio virtual se repiten los roles que se consideran habituales en las relaciones más convencionales. Es decir, los hombres son más activos, pero son las mujeres las que terminan decidiendo; para ellos resulta más importante la fotografía, equivalente virtual del físico, y para ellas lo que dicen en sus perfiles; ellos tienen que trabajárselo más que ellas, y las mujeres encuentran en este sistema una herramienta perfecta para superar los prejuicios que todavía existen respecto a que salgan solas. ¿Encuentran ustedes muchas diferencias entre esta forma de ligar y la ceremonia que se puede dar, por ejemplo, en un bar tomando una copa?

La falta de tiempo, la incomunicación de las grandes ciudades, la incorporación de la mujer al mundo laboral, la preocupación por estabilizarse y situarse en el mundo profesional, el aumento del número de separaciones y divorcios, que también son responsables en parte de la animación del sector inmobiliario, y la aparición de una tercera edad más activa y numerosa son algunas de las principales razones del aumento del número de los también llamados nuevos solteros.

"El fenómeno single es más urbano, pero no exclusivamente", asegura la psicóloga Carmen Molina. "Si el lugar es reducido", explica, "no hay muchas posibilidades de conocer gente nueva, pero incluso los que vivimos en ciudades muy grandes nos movemos en entornos muy pequeños. Somos sociales por naturaleza y nos sentimos bien, y sabemos quiénes somos en los ojos de los demás. Nos necesitamos mutuamente. Está claro que se puede estar muy bien siendo impar, pero también hay mucha gente que se despista disfrutando como single. Si la frivolidad y la superficialidad imperan en sus relaciones, salvo que se preocupen de hacer buenos amigos por el camino, intuyo que, en un futuro no muy lejano, cuando no tengan tantas ganas de salir y entrar, se van a sentir muy solos".

"¡Bueno, pero en ese camino habrá habido mucho sexo!", estarán pensando muchos. Pues sentimos decepcionarles, pero tampoco es exactamente así. Manuel Lucas, presidente de la Sociedad Española de Intervención en Sexología, lo explica: "Tienen más variedad, pero no más cantidad de relaciones sexuales. La situación de no tener pareja estable no permite llegar a esa fase en la que se instala la facilidad de comunicación y confianza tan importante para el buen sexo, y se pueden producir situaciones de insatisfacción. Pero es que además ocurre, mucho entre los hombres pero también está empezando a pasar entre las mujeres, que aumenta la ansiedad de rendimiento. Ante una pareja estable es más fácil aceptar los fallos; con diversos encuentros, el reto es estar al 10 siempre".

Una afirmación que se corresponde con estadísticas que aseguran que sólo el 40% de los independientes manifiesta disfrutar de sus relaciones sexuales, mientras que las personas con parejas de larga duración que afirman lo mismo alcanzan el 80%. Martin Raymon, uno de los fundadores de la empresa The Future Laboratory, dice que en un estudio paneuropeo realizado sólo hace cuatro años, los datos indicaban que la gente buscaba muchas experiencias sexuales. "Ahora", continúa Raymond basándose en datos de un sondeo similar realizado para Match.com en 2005, "hablan de encontrar a una persona que se parezca a ellos y de buscar el romanticismo a través de relaciones duraderas en detrimento de las esporádicas. Incluso los hombres afirman que serían capaces de renunciar a todo si encontraran a la mujer perfecta".

Pero mientras llega, los hombres y mujeres singles de este país defienden el placer que encuentran en sentirse independientes, abiertos y expectantes a su entorno y a la gente que les rodea, y también se sienten dueños de sí mismos para conocerse y quererse más. Saben que cuentan sólo con ellos. Es un lío no tener un recambio para hacer frente a imprevistos caseros y la hipoteca, o enfrentarse a los problemas de los hijos se hace más cuesta arriba en solitario. Algunos suspiran por la pareja que no encuentran. La mayoría están abiertos a lo que pueda llegar. Pero muchos, incluso aunque el 40% afirme sentir presión social respecto a su estatus, se declaran felizmente solteros y aseguran que quiere que les dure.

Laura Artolazabal, de 26 años, ha estudiado cocina y trabaja de administritativa en los hoteles y la galeria de arte de su familia.
Laura Artolazabal, de 26 años, ha estudiado cocina y trabaja de administritativa en los hoteles y la galeria de arte de su familia.LEILA MÉNDEZ

?Estoy muy bien así y quiero que dure mucho?

Laura Artolazabal. 26 años. Ha estudiado cocina, y trabaja de administrativa en los hoteles y la galería de arte de su familia.Durante seis años ha tenido novio y desde hace uno vive sola. ?Cuando éramos dos tenía más dinero, la casa perfecta y derrochábamos en caprichos gastronómicos. Ahora tengo la mudanza a medio hacer, una hipoteca que pagar, la compra, los gastos de la casa? No me queda mucho para salir, y aun así lo hago el triple?. Cree que estar pendiente de complacer a otro conduce a dejar a un lado cosas que apetece hacer. ?Ahora soy yo la que decide. Voy a museos, a conciertos, paseo y, sobre todo, tengo grupos de amigos con diferentes registros y aficiones, todas divertidas?.El mayor problema que Laura ha encontrado en su nueva vida impar tiene que ver con la economía. ?Eso de que somos más consumistas dependerá de los casos. Yo sólo me apaño?. Sus grandes agujeros una vez pagada la hipoteca son el teléfono y la compra. ?Para mí cocino cosas sencillas, pero me encanta hacer bombones para regalar y preparar platos ricos para mis amigos. En este aspecto, cuando se vive solo hay un problema: es difícil comprar en pequeñas cantidades y después no te da tiempo a consumirlo antes de que se estropee, así que muchas veces termino llevándome cosas hechas para evitar tirar la comida?.Aunque hubo un momento en el que pensó alquilar una habitación de su piso para ayudarse con los gastos, ahora es una idea que ha desechado por completo. ?Estoy muy bien así y quiero que dure mucho. Si tengo que elegir, vivir sola me parece más cómodo. Le estoy cogiendo el gustillo?.

?A veces hay que estar solo para poder reflexionar?

Martín Blázquez. 33 años. Pequeño empresario y artista.Sin ninguna duda, vivir solo es la opción que siempre ha tenido clara. Sociable, interesado por lo que ocurre en el mundo, curioso e inquieto, siempre dispuesto a conocer a todo aquel que tenga algo que contar, a la hora de llegar a casa prefiere la vida en solitario. ?Se está muy a gusto. Mantener la independencia marca la personalidad e incluso nos hace interesantes respecto a los demás, porque tienes algo que ofrecer cuando te encuentras con otros. En la sociedad actual tenemos tanta actividad y compañía, que a veces hay que hacer desaparecer ese ruido para poder reflexionar sobre lo que vivimos?.Su verdadero privilegio es tener tiempo para ?cuidar los detalles y estar más cerca de mis amigos?. Precisamente de los viajes que ha compartido con ellos surgió hace siete años su afición por la fotografía, ahora convertida en pasión y trabajo. ?Me di cuenta de que yo veía otras cosas que los demás no fotografiaban y me puse a desarrollar esa visión. Me gustan los objetos sacados de su contexto, hacer la mitad del trabajo y que el espectador lo complete con su mirada?.Aunque reconoce que al estar solo la vida de puertas afuera es más intensa, prefiere el día a la noche, le gusta comer en casa ?platos sencillos pero con buena materia prima?, y se cuida, pero sin obsesiones. ?Voy al gimnasio, me gusta correr y pescar. También utilizo productos cosméticos para sentirme cómodo, pero prefiero envejecer de forma natural?. Y puestos a desmontar mitos, se atreve con el sexo. ?El número de relaciones sexuales también es una opción personal. Existe más libertad y, afortunadamente, se ha acabado la presión del entorno para que encuentres una pareja, así que cada uno lo vive a su estilo?.

?Con pareja o sin ella, me tengo que sentir libre?

Sol Abad. 36 años. Actriz y compositora.Sol es un espíritu libre. Da igual que esté en pareja o no; lo principal para ella es la independencia. ?Llevo cuatro años sola, y he tenido parejas, pero siempre cada uno ha vivido en su casa. Necesito mi espacio, soy muy territorial y, además, cuando vives solo te creas tus propias manías y al llegar otro, hay cosas que te chirrían. Aunque a lo mejor lo que pasa es que no he encontrado la persona por la que tirarme al río?.Sumergida en un proyecto para hacer un programa sobre cultura urbana en Madrid, se esfuerza por ver si comparte alguno de los tópicos que se asocian con las características que se atribuyen a los nuevos solteros.?¿Cuidarme? Bueno, me gusta estar en forma; hago baile y desde hace poco Pilates, pero soy deportista desde pequeña. ¿Consumista? Antes era más caprichosa; según he ido cumpliendo años me centro en cosas más necesarias. ¿Viajera? Es mi pasión, pero viajes de solteros, ¡ni de coña! Viajo todo lo que me permiten el bolsillo y el tiempo, y también me gusta mucho hacerlo sola. Estás más abierto a que pasen cosas que cuando vas acompañada. ¿Internet? Chatear y esas cosas no me provocan ningún morbo, pero conozco a gente en todo el mundo, y es una forma de estar conectada con los amigos y una herramienta de trabajo?.Sí está de acuerdo en que cuando se está sin pareja se sale más y se vive más hacia fuera, pero no le ve ninguna ventaja especial a ser impar. ?Con pareja me tengo que sentir igual de libre, es sólo cuestión de confianza?. Ni siquiera comparte la idea de que los solteros ligan más y tienen más sexo. ?Yo me siento identificada con el romanticismo. Me encanta que haya piel, no me gusta el sexo por el sexo?.

?Match me ha alegrado la vida. Es un amigo que te presenta a otro?

José Manuel Varela. 55 años. Propietario de un negocio de pollos asados y comida preparada. Tiene dos hijas, de 26 y 23 años, y dos nietos.Se había pasado la vida trabajando y preocupado por tener dinero en el banco. Ni siquiera cambió su forma de pensar cuando quebró la multinacional con la que había viajado por medio mundo montando estructuras metálicas de edificios, y tuvo que vender su coche y su piso para pagar el traspaso de un bar para sacar adelante a su familia. Hace cinco años, sólo tres días después de separarse de su mujer tras 28 años de convivencia, un taxi se lo llevó por delante en una calle de Barcelona y estuvo al borde de la muerte. ?En cinco segundos te ves en esa oscuridad y te preguntas: ?¿Qué he hecho yo con mi vida??. Cambié mi mentalidad. Ahora me llenan más las cosas sencillas que las complicadas, y lo que viva quiero hacerlo a tope. Ahora vivo, antes sobrevivía?.José Manuel transmite formas de latin lover, aunque se confiesa tímido y excesivamente sentimental para los tiempos que corren. Es usuario de Match.com gracias a su hija pequeña que le habló de este portal de encuentros. ?Me ha alegrado la vida. En otros ambientes es difícil dar entrada; Match te abre la puerta como un amigo que te presenta a otro. Después sólo queda ver si esa persona te transmite algo?. En los dos años y medio que lleva conectado ha conocido a muchas mujeres, pero sigue buscando a ese alguien especial. ?Estar solo no me importa de cara a la sociedad, pero yo no quiero sentirme así. Por eso cambié mi perfil en Match y ahora pone que busco a alguien con fines serios. Tendré que subirme a todos los trenes, entregarme del todo y ver si alguno llega a destino?.

?Si uno olvida que es persona, tiene poco que ofrecer?

Teresa Tomás. 46 años. Protésica dental y profesora en un ?master? de Odontología. Vive con sus hijas.Si vienes de una familia numerosa, empalmas con 10 años de matrimonio y llegan tres hijas en un periodo de seis años, sentirse identificada con la idea de que vivir impar se acerca a la perfección no resulta difícil. Al menos así lo siente Teresa, que desde su separación hace 10 años sólo le ve ventajas a su vida single adornada por la compañía de Tere, de 17 años; Marta, de 15, y Mariona, de 13. ?Al principio fue una locura, pero ahora todo son ventajas. Lo más duro es tener que tomar decisiones en solitario respecto a los hijos. A nivel de pareja intuyes el rol que se asocia a mi situación: ?Separada igual a aquí hay rollo?. La única realidad es que eres más independiente, y que esta situación te permite conocerte más y crecer como persona?.Compañeros de trabajo y amigos, entre los que hay bastantes mujeres que, como ella, están separadas y tienen niños, forman el círculo social que alimenta sus afectos. Le gustaría poder organizarse mejor, pero aun así asegura que aprovecha su tiempo libre al máximo. ?Yo no he tenido necesidad de recurrir a Internet o a organizaciones para conocer gente. Es cierto que estamos en una era en la que nos comunicamos cada vez menos, pero a mí lo que mejor me ha ido en estos años han sido las amistades?.Su experiencia la ha convertido en defensora de la vida en solitario: ?Creo que sería muy bueno que hombres y mujeres vivieran solos antes de decidirse a compartir la vida con una pareja. Compartir siempre es bueno, pero si uno olvida que es persona, se pierde mucho por el camino y se tiene poco que ofrecer. Cuando la independencia económica está resuelta, mucha gente que tiene hijos piensa lo mismo que yo: tener pareja, sí; convivir, no?.

?Mi trabajo es rico, pero no facilita la vida en pareja?

Fernando Lorenzo. 59 años. Escaparatista e interiorista. Vive en Sitges desde hace 30 años.?Mi trabajo es básicamente mi vida. Me enriquece y lo considero un privilegio, pero también es muy absorbente y con horarios descontrolados. No das para la vida en pareja. Las he tenido, y con cualquiera de las personas que he convivido hubiera sido feliz, pero? No tengo sentimiento de soledad, más bien de independencia?. Fernando es gay, pero su condición sexual es para él una anécdota. ?No complica a la hora de encontrar pareja estable?, explica. ?La gente me valora por lo que soy, y nunca, nadie, me ha preguntado nada en ese sentido. Además, yo no soy de guetos, no me gustan en ninguna faceta de la vida?. Afirma no sentirse identificado con el perfil que habitualmente se atribuye a los impares, pero confiesa cuidarse: ?Hay una gran diferencia entre hacerlo y no hacerlo, y como por mi profesión tengo clientes en el mundo de la cosmética que me enseñan las novedades, reconozco que me lo pongo todo?. Habitualmente come y cena fuera de casa: ?Si puedo hacerlo en un restaurante al lado del mar y además charlar un poco, para qué me voy a complicar?. Le gusta andar, nadar en el mar hasta en invierno, observar, ir a museos y exposiciones, viajar, ?mejor en compañía para poder comentar?, y frecuentar a esos amigos, ?pocos, pero variados en edades, sexo y condición?, que se han convertido en su familia.Puestos a reflexionar, Fernando lo tiene claro: ?Ahora hay más gente sola porque estamos más incomunicados. La gente tiene más miedo a abrirse. Y luego está la tecnología, que sirve para tantas cosas pero también desune y es impersonal. La uso para trabajar, pero prefiero la conversación directa. Lo que ocurre es que hay que saber perder media hora charlando con alguien?.

?Me he hecho más amiga de mí misma. No se hunde el mundo?

Valle Gavarrón. 52 años. Licenciada en Psicología y profesora de lengua, literatura y español para extranjeros.Atractiva, culta, de primera impresión dulce y sonrisa franca. Un perfil que hace preguntarse cómo una mujer así está sin pareja. La respuesta le ha llegado serena cuando mejor se encuentra consigo misma: ?Sabes valorar lo que tienes, buscas una persona que mejore tu vida, una relación recíproca, y a veces la pareja no es siempre lo mejor?. Nunca se ha casado, pero ha tenido tres parejas serias con las que ha llegado a convivir. ?Cuando has estado enamorada sabes que es bonito, pero reconozco que soy muy independiente y que tengo una red familiar y de amigos muy importante que no me hace proclive a las carencias?.Cinco horas diarias de clase con sus alumnos, los martes tertulia con un grupo en el que abundan los singles; el sábado, escapada a la montaña; una tarde a la semana, coro? Y además sus incursiones en el portal Match.com. De Valle se podría decir que es una activista del encuentro, un ser social que se preocupa por serlo. ?Lo que importa es ampliar el cupo de amigos y compartirlos con los que ya tienes. Entre mis amigas decimos en broma que, ahora que ya no nos consideramos competencia, vamos a hacer una cooperativa para ponernos en contacto con personas que nos parezcan adecuadas a nuestra forma de ser. De hecho lo practicamos?, dice, riéndose a carcajadas. ?Solo se pueden hacer muchas cosas y disfrutar haciéndolas. Me he hecho más amiga de mí misma, te quieres más y eres más indulgente contigo y con los demás. No se hunde el mundo. Practicar el pensamiento positivo crea un potencial que está ahí para el futuro?.

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Sobre la firma

Maite Nieto
Redactora que cubre información en la sección de Sociedad. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local de Madrid, subjefa en 'El País Semanal' y en la sección de Gente y Estilo donde formó parte del equipo de columnistas. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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