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37.500 alumnos de Primaria entran en el programa de préstamo de libros

Familias y centros piden la gratuidad y nuevos soportes para hacer ejercicios

Los libros de texto que utilizan este curso los estudiantes de Primaria de las escuelas públicas de la comunidad serán los primeros que el siguiente pasarán a manos de los alumnos que les sigan en su clase. Se trata del polémico sistema de préstamo de libros de texto que el Departamento de Educación empezó a implantar el año pasado, pero que cobra toda su dimensión en el presente curso. Entonces el sistema sólo funcionó en primer ciclo, cuyos libros no se pueden reutilizar porque los alumnos realizan los ejercicios en ellos. Mientras que el sector librero y editorial -los grandes perjudicados por el programa- y el Partido Popular siguen oponiéndose y defendiendo el modelo de cheque-libro implantado en Álava, familias y centros reclaman la gratuidad total de este material escolar y nuevas fórmulas editoriales para que la reutilización se extienda también a los cuadernos de ejercicios.

"La reutilización tiene que extenderse a los demás materiales"

En el curso ya iniciado participarán en el programa los 37.500 alumnos que cursan el primer y segundo ciclo de primaria (de 6 a 9 años) en colegios públicos. El año que viene se extenderá al tercer ciclo y más adelante llegará a la educación secundaria. Los colegios concertados cuentan con un calendario especial para abordar una implantación progresiva.

El sistema consiste en que el Departamento de Educación financiará a cada centro con 85 euros por cada alumno matriculado en primer ciclo y 98 por cada estudiante de segundo ciclo, una estimación de lo que cuestan los libros de texto en cada caso. Con ese dinero y la cuota de 25 euros que aporta por niño cada familia, la escuela se encarga de adquirir los libros, que pasarán de manos de unos niños a los de otros durante cuatro años consecutivos. Para preocupación de las librerías, algunos colegios están comprándolos directamente de las casas editoriales.

Frente al cheque-libro que el PP introdujo en Álava durante su etapa al frente de la Diputación -con esta ayuda las familias pueden contar con materiales nuevos cada año sin aportar un céntimo de sus bolsillos-, las asociaciones de padres y madres y los centros consultados se muestran mayoritariamente a favor del sistema de préstamo. Reclaman, sin embargo, la desaparición del canon de 25 euros al año que pagan las familias y que esa filosofía de la reutilización se extienda a todos los materiales, entre ellos los cuadernos de ejercicios. "No se pueden tirar tantos libros; apostamos por reutilizar todos los materiales, ya que incorpora un valor educativo importante. Tienes que cuidar el libro porque será para otro compañero", argumenta Lourdes Lekuona, presidenta de Denon Eskola, la federación alavesa de padres y madres. La federación guipuzcoana, Baikara, es de la misma opinión.

Asun Olano, directora del colegio público de Zamakola, Bilbao, alaba "los valores de socialización que implica". "Hay que educar en la conservación del medio ambiente. Tirar 3.000 libros al año no es ético", añade.

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Las escuelas han creado comisiones especiales que analizan estos días cómo adaptarse al préstamo, ya que la aplicación del sistema está presentando dificultades. La principal es que muchos libros están diseñados para hacer ejercicios en sus páginas. Mari José Errekalde, directora del colegio donostiarra Jakintza, cree que Educación "tiene que intervenir para que las editoriales creen artículos reutilizables", comercializando, por ejemplo, cuadernillos de ejercicios. "Hemos creado una necesidad que no es real y que, además, es insolidaria. No tiramos el abrigo cada año para que las boutiques no caigan", critica Olano.

Además, las comisiones han de aclarar cómo afrontar el deterioro de los libros y qué hacer si la subvención de Educación no alcanza para la compra o si sobra. "El año pasado, en primer ciclo, el sistema no tuvo incidencia. Este año sí que es una experiencia nueva y estamos viendo cómo montar todo. Es más trabajo, pero será para bien", confía Errekalde. Educación ha enviado encuestas a los centros para recabar datos con los que mejorar la aplicación del proyecto y poder evaluarlo.

450 renuncias en Álava

Los colegios que habían desarrollado previamente por su cuenta un sistema de préstamos similar al implantado por el Departamento de Educación constituyen para centros y familias la garantía de que el modelo es viable. "Se ha demostrado que cuando los chavales se conciencian, cuidan los libros, y que cada vez son más las familias que acceden a prestarlos", sostiene Imanol Zubizarreta, de la asociación de padres Baikara. Tal vez por esa confianza transmitida por los colegios y las asociaciones, a primeros de septiembre sólo 8 familias guipuzcoanas y 58 vizcaínas habían renunciado a incorporarse al sistema.

Por el contrario, ese número ascendía a 450 en Álava, provincia en la que todos los estudiantes, sin distinción entre cursos, tipo de colegio o nivel adquisitivo de sus familias, pueden solicitar una ayuda universal de la Diputación, conocida como cheque-libro, tras presentar la factura de compra de los libros. Para los de Primaria, la subvención asciende a los 90 euros, por lo que a las familias les compensa aceptar esa cantidad, suficiente para costear la compra de libros nuevos, en vez de pagar los 25 euros de canon que exige el sistema de préstamo.

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