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Columna
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'Ajuriagane'

El poder del fútbol es insondable. Cierto es que algunos presidentes y ex presidentes esta frase la entendieron y la entienden mal y lo de insondable lo consideraban inabarcable, ilimitado, incorregible, indestructible. Cierto es. Pero a pesar de algunos presidentes, el fútbol es lo que une y desune, lo que mata y abraza, lo que festeja y lo que sufre, lo que sueña y lo que anestesia. El fútbol, amén de Messi, de Maradona, de Cruyff, de Zavarov, de Zidane, de Sócrates (nunca un nombre hizo más honor a un futbolista) es sobre todo eso, la capacidad de encandilar, como la utopía; de evadir, como Con faldas y a lo loco; de emocionar, como Derzu Uzala; de imaginar, como La guerra de las galaxias.

Lo siento Patxi, Juan José, Antonio, Aintzane, pero anteayer, y ayer, y me temo que hoy, fuisteis muy secundarios. Actores de reparto, entre tanta bandera rojiblanca donde apenas se podía sacar el morro en alguna foto ocasional. Ayer, lo siento, Ajuria Enea era Ibaigane, curiosamente también un palacete, e incluso arquitectónicamente más interesante, con servidumbre de paso incluida en su pequeño jardín.

La verdad es que me gustaría que esos 90 minutos de emoción, eclosión, unión y felicidad hubieran bastado para airear la mente, quizás demasiado ofuscada por unos resultados sociológicamente obvios y políticamente confusos. En verdad que la batalla por Ajuria Enea se parece, en cierta medida, a la batalla por el banquillo, cuando en realidad se sitúa en el centro del campo. La imagen del Athletic es Llorente, el chico alto, rubio, que hace goles, pero el mestizaje rojiblanco es el que conforman Orbaiz y Javi Martínez, dos tipos que complementan lo que le falta al otro con lo que tiene cada uno. Hay más, que le ponen el punto pizpireto, racional, radical, cumplidor, físico o espiritual.

¿No les suena a algo? ¿No les parece que el fútbol puede ser, y es en muchas ocasiones, una magnífica metáfora de la vida, de la política o de la economía? Ayer la vida política se paró en Vizcaya (en el resto de Euskadi supongo que com si com sa). Nunca un calendario deportivo fue tan oportuno, intercalando la pasión futbolística en la falsa pasión política. Hoy la vida continúa. Se han reunido PSE y PNV en ese ritual necesario que no se sabe adónde lleva (¿o sí?), sin saber que ayer, por un momento, el lehendakari fue Gaizka Toquero, el premio a la humildad y la honradez, y que lo fue Fernando García Macua, o que lo fueron todos los del Athletic (como lo fueron los de la Real y el Alavés en su día). Lo dijo el responsable del asado de corderos en San Mamés: "Hay cosas que sólo se pueden hacer cuando son para el Athletic". Eso ocurre cuando Ibaigane sobrevuela sobre Ajuria Enea, cuando se convierte en Ajuriagane y que cada cual sepa entenderlo como corresponde. Quizás haya lehendakari al mismo tiempo que final de Copa, aunque no sería lo deseable. Por el país, no por el Athletic.

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