Basagoiti se ausentará para no politizar el acto religioso
La organización de la ceremonia en la que José Ignacio Munilla será investido obispo de San Sebastián no pudo precisar ayer las autoridades civiles e institucionales que asistirán al acto religioso. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, anunció que no asistirá a la misa para "no dar el gusto" al PNV "ni a algún párraco guipuzcoano" de que su presencia pueda ser "utilizada para decir que es un obispo del PP" o que su toma de posesión es "un acto político y no religioso".
En declaraciones a Europa Press, Basagoiti manifestó que, con la marcha de monseñor Uriarte, Batasuna "pierde el apoyo eclesial" y el PNV "el puente con lo peor de Batasuna". "No tengo ninguna duda de que, al cambiar de obispo en San Sebastián, Batasuna va a perder una de sus patas y una de sus legitimaciones; va a perder la colaboración eclesial de un obispo que, independientemente de su labor religiosa o no, siempre buscaba una excusa para legitimar el tema de los presos, para intentar equiparar a víctimas y verdugos, y para justificar políticamente algún tipo de violencia", añadió.
Denunció que a Munilla se le ha querido "crucificar sin que aún haya tomado posesión de su cargo, sin aún saber lo que iba a hacer". Por ello, señaló que, ya le están "algunos han demostrado que son antes nacionalistas que católicos, que les importan más las ideas políticas que las religiosas". "Pero lo que ha hecho Uriarte en el plano del terrorismo, es dar cobertura al tema de los presos de ETA, hacer ver en alguna de sus homilías que esto era como una guerra entre dos partes, intentar decir que estaba en el mismo lugar un Estado de Derecho que una banda", manifestó el líder de los populares vascos.
El PNV da un margen
Por su parte, el diputado del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, aseguró que su partido aguardará a ver "qué política" adopta Munilla para "integrar una diócesis francamente dividida" sobre su persona, antes de pronunciarse sobre las primeras actuaciones del nuevo obispo de San Sebastián. "Veremos qué es lo que puede hacer para integrar a una Diócesis que está dividida, por lo menos en lo que a su persona se refiere", emplazó.
En una entrevista a Onda Cero, recordó que Munilla ejerció durante un tiempo como párroco de Zumárraga, donde desarrolló una labor pastoral "bastante ajena a la regla general de la diócesis en ese momento". "Haciendo, digámoslo así, rancho aparte", puntualizó.
