Basagoiti pide un apoyo masivo para "torcer la voluntad" de los socialistas

El PP vasco sabe bien que el cambio "real" que predica necesita del concurso de los socialistas, por lo que su deseo manifiesto es lograr el mejor resultado posible para condicionar la actuación de Patxi López desde el lunes. Sólo de esa forma, opinan Antonio Basagoiti y los suyos, podrán evitar lo que temen: que el PSE termine pactando con el PNV o intentando recrear un tripartito a la catalana. Esa idea animó el discurso con que el candidato del PP a lehendakari cerró ayer en Vitoria una campaña en la que, como coinciden diversos dirigentes de su partido, Basagoiti ha ido ganando seguridad según transcurría.

En una intervención en que usó la palabra "cambio" casi en cada frase, el aspirante pidió, porque "es más importante que nunca", un voto masivo para sus siglas. "Cuantos más votos tenga el PP, más seguro podremos condicionar al PSE"; a unos socialistas que pueden "hacer cualquier cosa", sostuvo. Y ese cambio que, según Basagoiti, sólo puede traer el PP necesita tanto que sume los escaños precisos (38 o más) como que el PSE no se "vaya con Ibarretxe por interés de Zapatero" o con las formaciones nacionalistas pequeñas -"la tropa de Ibarretxe", dijo- para un pacto catalán.

Rajoy asegura que quien respalda a los socialistas "juega a la ruleta rusa"

Por eso, el candidato pidió un voto concentrado con una idea motriz: "Somos quienes podemos torcer la voluntad del PSE". Sin citarles directamente -sólo les aludió por su nombre en las críticas-, el líder popular asumió que quiere ponerse de acuerdo con los socialistas, pero "si tenemos menos [parlamentarios], no querrán ponerse de acuerdo", sino buscar al nacionalismo.

Basagoiti hizo bandera, como en toda esta última semana de campaña, del cierre de filas, la movilización y el voto útil constitucionalista. Y reclamó que ningún sufragio "se tire a la basura" (en alusión a UPyD), se quede en casa o vaya a quienes pueden "acabar dándoselo al PNV" (por los socialistas). Volvió a reclamar la confianza de quienes alguna vez se la han dado al PP, pero también a los que, no siendo ni de su partido ni de su ideología, saben que "Ibarretxe está en la insensatez".

Ya antes, el presidente del PP alavés y diputado, Alfonso Alonso, en un discurso con más calado político que el de un telonero, había pedido directamente el apoyo a quienes alguna vez confiaron en los socialistas o en el PNV.

A diferencia de sus tres intervenciones anteriores en la campaña vasca, Mariano Rajoy actuó esta vez de telonero. Acuciado por volar a Galicia, donde se juega mañana mucho más que en Euskadi, para cerrar en Ourense su otra campaña, el líder del PP repitió muchas ideas de discursos anteriores, para concluir que el popular es "el voto seguro" y que quien vota a sus siglas lo hace por todas las claves que más pueden movilizar a sus bases: España, la Constitución, la libertad de educación, la derrota etarra o la lucha contra la crisis. Quien vota al PNV, opinó Rajoy, vota "más problemas y menos libertad", aunque más peligroso es el que vota al PSE, pues ése "juega a la ruleta rusa".

Pese a ser algo tan tradicional como una comida mitin, formato que en el mismo polideportivo vitoriano ha repetido el PP para cerrar la campaña vasca al menos desde 2001, el nuevo estilo que ha buscado su dirección quedó también patente ayer. Fue americano no sólo en la música, los globos o el confeti final. Basagoti concluyó con una frase que, reconoció, no era suya: "Que Dios os bendiga, y que Dios bendiga al País Vasco".