Bilbao, Irún y Vitoria recuerdan la herencia literaria de Pío Baroja
Los homenajes conmemoran el cincuentenario de su fallecimiento
El escritor Pío Baroja falleció en Madrid el 30 de octubre de 1956. El Ayuntamiento de Bilbao y la Fundación Sancho el Sabio de Vitoria recordaron ayer con sendos actos de homenaje relacionados con su literatura el 50º aniversario de su muerte. También lo hizo Irún instalando una escultura. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, alabó las obras "del gran novelista, junto con Pérez Galdós, de la Generación del 98".
Azkuna encabezó la lectura pública de pasajes escritos por Pío Baroja, organizada para conmemorar el 50º aniversario de su fallecimiento en la plaza del centro de Bilbao que lleva su nombre. Eligió un capítulo de la novela Zalacaín el aventurero. El acto cívico contó con la participación, entre otros, del presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia; el presidente de la Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera (ABAO), Juan Carlos Matellanes; el director general del Museo Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, y el director de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS), Juan José Mena.
La lectura pública de fragmentos de las obras de Baroja es el acto central del programa de homenaje 50 años sin Pío, organizado por el Ayuntamiento de Bilbao. Por la tarde, el escritor Félix Maraña analizó las relaciones entre el escritor y la capital vizcaína en la conferencia Pío Baroja: paisaje y personaje de Bilbao. Esta tarde, el escritor Fernando Marías, ganador del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2006 por su obra Cielo abajo, cerrará el programa en Bidebarrieta con la conferencia Relectura de Baroja 30 años después.
La Fundación Sancho el Sabio, por su parte, presentó ayer en Vitoria la exposición Baroja editado, con ejemplares de sus novelas, relatos cortos, memorias, ensayos y poesía. La muestra reúne todos los títulos publicados por Baroja, con especial incidencia en las primeras ediciones de obras de ambientación o temática vasca. Con ella se quiere recordar "una dilatada obra en la que mostró una visión del mundo en la que influyó de forma decisiva el paisaje, la cultura y la historia vasca". Se puede encontrar en la exposición la primera edición de los ocho títulos de sus memorias Desde la última vuelta del camino, incluyendo el publicado en 2005, y una colección completa de la primera edición de los veintidós títulos de Memorias de un hombre de acción.
El homenaje de Irún a Baroja permanecerá para siempre. La localidad, a la que el escritor estuvo muy vinculado, inauguró en su plaza del Ensanche una reproducción en bronce a tamaño natural de la escultura que el artista asturiano Sebastián Miranda realizó en los años 40. Representa al autor de pie y ataviado con abrigo, bufanda y sombrero. El nieto del escritor, Pío Caro Baroja, participó junto a representantes de la vida política, cultural y social de la ciudad en este acto, en el que se leyeron algunos de sus textos.
