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Reportaje:

Cientos de niños visitan al Olentzero

Mungia pone en marcha su parque temático en torno a la mitología vasca

Cientos de niños han visitado ya desde el pasado lunes Landetxo Goikoa, el caserío más antiguo de Vizcaya, construido en Mungia a principios del siglo XVI. Allí le han entregado al Olentzero las cartas en las que le indican los regalos que quieren recibir el día de Navidad y han conocido mejor el mito del carbonero gracias a un vídeo y una exposición que muestran su origen y evolución. Quien quiera hacer lo mismo se podrá acercar al parque de Uriguen cada tarde (de 17.00 a 20.00) hasta el próximo sábado, cuando también abrirá de 10.00 a 13.00. Olentzeroren Baserria u Olentzeroren Etxea cerrará entonces sus puertas hasta finales de marzo.

Ambas denominaciones ha escogido el Ayuntamiento de Mungia para crear un parque temático en torno a la mitología y las costumbres vascas, centrado en el imaginario infantil y con el Olentzero como figura central. Numerosos recursos audiovisuales permitirán conocer y familiarizarse con personajes mitológicos como Galtzagorri, se podrán visitar exposiciones, conocer la flora y la fauna del entorno y participar en juegos infantiles. Los adultos podrán además profundizar en el conocimiento de las singularidades de la estructura del antiguo caserío.

La oferta completa se podrá disfrutar dentro de unos tres meses, cuando la Casa del Olentzero reabra sus puertas definitivamente, pues aún está pendiente la adecuación de la parte trasera y del exterior del caserío, donde se realizarán distintas plantaciones, se instalará un laberinto y una serie de itinerarios de juegos y actividades al aire libre. Ello elevará la cuantía total del acondicionamiento a casi 2,8 millones de euros, de los que 1,5 millones los aporta la Diputación de Vizcaya. El resto lo financia el Ayuntamiento de Mungia.

"Los desafíos principales eran plantearse alternativas de explotación diferentes a las tradicionales en una infraestructura de gran valor cultural, como es Landetxo Goikoa, y buscar nuevas formas de transmisión de una serie de elementos tradicionales, míticos, simbólicos, muy enraizados en la cultura vasca", afirma Eduardo Iriondo, concejal de cultura de Mungia, quien subraya que no es su intención asumir en exclusiva la figura del viejo carbonero.

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