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Reportaje:

Claves del largo camino hasta la 'deuda cero'

Bilbao se convierte en la primera capital de España que logra cancelar todos sus créditos pendientes

Bilbao se ha convertido este mismo mes en la primera capital de provincia de España que liquidar su deuda histórica, que en 1999 sumaba 210 millones de euros. El consistorio ha prescindido de un crédito por 22,8 millones que tenía previsto pedir, por vez primera en 13 años. Y lo explicó por varios factores. Primero, la austeridad ha sido una constante. Los gastos se redujeron en 2010 al 93% de los previstos por los recortes salariales. Además, la corporación ha arrastrado siempre una escasa carga financiera y el año pasado los ingresos fueron un 10% mayores de lo previsto gracias al Plan E del Gobierno central, la evolución del fondo foral Udalkutxa y los aprovechamientos urbanísticos. También fue amortizando deuda en épocas de bonanza.

La capital vizcaína debía en 1999 cerca de 210 millones de euros
Bilbao Ría 2000 ha resultado clave para sacar adelante muchos proyectos
Fuentes municipales resaltan que "la deuda cero no es ningún objetivo"
"El Ayuntamiento ha sabido empujar para que le ayuden", apunta Gorordo

En los últimos años, los cambios registrados en las cuentas de Bilbao han sido muy importantes. "Hace 20 años, algunos predicamos el abandono de Bilbao. Se estaba produciendo un desmantelamiento industrial sin precedentes, pero no se invertía. El Gobierno vasco no atendía lo suficiente a la ciudad", rememora José María Gorordo, alcalde entre 1987 y 1991. El exregidor recuerda un último déficit registrado de 200.000 millones de pesetas (1.202 millones de euros). Las inundaciones de 1983 habían complicado aún más las cuentas.

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Gorordo está convencido de que se ha producido un proceso de concienciación de las instituciones para volcarse más con la capital vizcaína. Y agrega el papel "de gran impulsor" que ha jugado la sociedad Bilbao Ría 2000 en la mejora de las cuentas. Ese organismo nació en 1992 para dirigir la recuperación de los antiguos espacios industriales. Es una sociedad anónima de capital público constituida a partes iguales por el Gobierno central, a través de de sus empresas dependientes; el vasco, la Diputación de Vizcaya, y los Ayuntamientos de Bilbao y Barakaldo. El exalcalde incide en que las sucesivas recalificaciones urbanísticas derivadas del desmantelamiento industrial ayudaron a reinvertir los beneficios en nuevos proyectos. "Ya no iba a volver a ser una ciudad industrial. Bilbao ha hecho de su necesidad virtud", señala. "En 1987 hicimos un primer plan de Urbanismo. En Bilbao no había nada", recuerda.

Para el exalcalde resulta "muy evidente" que el Gobierno y la Diputación apoyan ahora mucho más a Bilbao, aunque ese hecho no explica "por sí solo" la buena situación de la ciudad. Las quejas por el abandono y la gestión de las infraestructuras industriales influyeron, en su opinión, para mejorar la situación. "El Ayuntamiento ha sabido empujar para que le ayuden, pero es que además le han respondido", dice Gorordo.

El abogado y exparlamentario de Euskadiko Ezkerra Xabier Olaverri enfatiza la importancia del capítulo de ingresos y de la austeridad en el gasto para lograr una situación similar a la de la capital vizcaína y resalta el "eficaz lobby que funciona en Bilbao para conseguir ayudas de terceros. Tiene habilidad para que le paguen las cosas". Agrega que la villa ha obtenido mucho capital de la reconversión de los márgenes de la Ría y que Ría 2000 le vino "como agua de mayo" para sacar adelante proyectos. De esta forma, recuerda la ayuda obtenida para financiar el metro, San Mamés, Zorrozaurre o el Bilbao Arena.

El catedrático de Hacienda de la UPV Ignacio Zubiri señala sobre el endeudamiento municipal que "no tener en déficit, y por tanto no endeudarse, en tiempos de crisis es una buena política municipal, siempre que el equilibrio presupuestario no se anteponga a la prestación de servicios municipales a niveles adecuados".

"El déficit cero y el endeudamiento cero no pueden ser nunca objetivos en sí mismos. En el largo plazo los déficits y superávits deben equilibrarse para que el endeudamiento sea sostenible, pero no es sensato estar siempre en equilibrio. En realidad, el déficit es necesario para mantener las prestaciones en épocas de crisis. Salvo, claro está, que antes de la crisis se estuvieran realizando gastos poco justificables", apostilla.

Zubiri apunta que "el endeudamiento cero no es necesariamente bueno". En realidad, una política financiera ortodoxa dice que las inversiones, que tienen beneficios futuros, deben financiarse con endeudamiento, los impuestos futuros. "Simplemente, salvo que no haya inversiones necesarias en el corto plazo o que muchas de esas inversiones sean financiadas por otros niveles de gobierno, el endeudamiento es necesario y económicamente sensato", concluye el catedrático de la UPV.

Que un Ayuntamiento renuncie a endeudarse resulta tan razonable como una familia renunciara a pedir créditos endeudarse alguna vez en su vida, razona Zubiri. "Salvo que el Ayuntamiento tuviera grandes recursos, estaría renunciando inversiones que pueden mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. En realidad la clave no es si un Ayuntamiento debe endeudase o no, sino si la rentabilidad social de la inversión para la que se endeuda es mayor que el coste del endeudamiento", zanja este experto en tributos.

Bilbao no ha frenado, ni piensa frenar, ningún proyecto y sigue manteniendo su plan de inversiones y la intención de desarrollar proyectos importantes a corto y medio plazo. Fuentes del Ayuntamiento explican que "la amortización de la deuda y el ajuste en el gasto ordinario va a permitir mantener durante los próximos ejercicios planes de inversiones de en torno a 100 millones de euros al año de media, sin tener que acudir a endeudamientos destacados". ¿Qué proyectos hay por delante? Dos fundamentales para la ciudad en los que va a ser necesario "un esfuerzo económico muy importante". El proyecto de Zorrozaurre, que es un proceso de regeneración de una zona de empresas y puerto de la ciudad, que se va a convertir en isla y se va a convertir en una nueva oportunidad residencial y de actividad económica. El segundo proyecto trascendental es la llegada del AVE. Bilbao quiere aprovechar este hecho para hacer un proyecto de integración urbana entre las zonas de San Francisco y Abando y aprovechar para hacer una intermodal de transportes. El Ayuntamiento tiene aprobado un plan de inversiones plurianuales que se extiende hasta 2018 con una inversión total de casi 50 millones de euros.

Así las cosas, ¿el Ayuntamiento tiene como objetivo mantener esa deuda cero mucho tiempo? "Para nada. La deuda cero no es ningún objetivo. Lo que sí pretende es tener niveles de endeudamiento bajos que no reduzcan la capacidad de gasto ordinario del Ayuntamiento", sostienen fuentes municipales. "Es posible que en próximos ejercicios haya que acudir a planes de endeudamiento, pero deberían ser moderados y siempre vinculados a proyectos de inversión trascendentales para el futuro de la ciudad como Zorrozaurre o la llegada del AVE a Bilbao", abundan.

En lo que respecta al hipotético caso de renunciar a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, estas mismas fuentes señalan que para conseguir mantener el bienestar y los servicios, el endeudamiento excesivo lastra a las administraciones.

"Bilbao ha experimentado un avance único en los últimos 20 años. Lo que ha hecho es aprovechar los momentos de grandes aumentos de ingresos para amortizar su deuda, y para iniciar un plan de transformación importante con un proceso de modernización interno que ha reducido los costes propios", indican las mencionadas fuentes. En cualquier caso, concluyen que "el objetivo de deuda cero es insostenible porque entre otras cuestiones impediría afrontar grandes proyectos" para el desarrollo de la ciudad.

La deuda de las otras capitales

Las cuentas públicas de Vitoria y San Sebastián mantienen capítulos de déficit, aunque no son excesivos. Vitoria se enfrenta a su máximo histórico en lo que a endeudamiento se refiere. El Ayuntamiento de la capital alavesa, que acaba de aprobar un presupuesto de 417 millones de euros netos, sin contar las sociedades y los organismos públicos dependientes, adeudaba a finales del año pasado a cajas y bancos más de 121,1 millones de euros. Dicha cantidad supone un 260% más que hace ahora una década.

Proyectos como el Bai Center y el soterramiento del ferrocarril, que superan en conjunto los 600 millones de euros, obligaron al gobierno de Patxi Lazcoz a acumular pasivo, aunque el Gobierno y la Diputación alavesa cofinancian los grandes proyectos.

El actual endeudamiento del Ayuntamiento de San Sebastián, contando con sus organismos autónomos, entidades públicas, empresariales, sociedades y avales concedidos, asciende a 195,7 millones de euros, de los que 107,6 millones corresponden estrictamente al consistorio. El Ayuntamiento considera "razonable" este nivel de deuda, en función de las valoraciones de la Diputación, empresas de rating y los servicios municipales.

El equipo de gobierno donostiarra aprobó en diciembre un proyecto de presupuestos para 2011 aún más austero que el anterior. Si las cuentas del pasado año ya eran un 8% menores a las de 2009, la disminución continuará en 2011 con otra rebaja del 2%, con lo que el total se queda en 390,7 millones. Los gastos de personal se reducen un 0,73% y la inversión un 11%, hasta quedarse en 95 millones.

Las cifras

- La deuda de Bilbao ha ido amortizándose año a año. En 2000, la ciudad arrastraba un pasivo de 185 millones de euros -522 euros por vecino-, en 2005 se quedó en 51 -143 por ciudadano- y en 2010, en un millón -cuatro euros por cabeza-.

- Desde 2003, la inversión suma 1.027 millones. El gasto total por habitante en 2010 llegó a 1.565 euros y la inversión per cápita se situó en 390 euros. Los gastos financieros generados por la deuda ascendieron a 2,66 millones el año pasado.

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