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Competencia resalta el "oligopolio" comercial de las grandes cadenas

Plantea que Eroski y Carrefour vendan algún hipermercado

El Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia resalta en un informe difundido ayer el "estrecho oligopolio" que tienen en España las tres principales cadenas de distribución Eroski, Carrefour y Mercadona. El estudio revela también la "saturación de algunos mercados geográficos" vascos, que localiza en el área de Getxo y Barakaldo y localidades cercanas de las dos márgenes del Nervión, ante lo que plantea desinversiones en grandes superficies de Vizcaya por parte de las dos primeras, "para fomentar una mayor competencia y variedad de oferta".

El documento recuerda que, en su informe previo a la autorización de la apertura de un nuevo centro comercial de Eroski en Vitoria, ha propuesto a la empresa desprenderse de otra gran superficie que tiene en el centro urbano de la capital alavesa. Este estudio se ha elaborado después de que en julio pasado el presidente del Tribunal de la Competencia, Javier Berasategi, ya expusiera en el Parlamento la fuerte concentración comercial en Euskadi y pidiera un test previo, durante la tramitación de la licencia municipal, para autorizar nuevas grandes superficies.

Pide libertad de horarios de apertura y acabar con abusos sobre los fabricantes

El organismo censura la "posición dominante" de las tres grandes cadenas de distribución, que les permite "exigir a sus proveedores pagos y condiciones comerciales desproporcionadas". A ello se une el "tratamiento privilegiado" que dan en sus centros a sus marcas blancas, frente a los productos de los otros fabricantes. Todo ello provoca una "espiral inflacionista de precios" y una reducción de la variedad de oferta, "lo que supone un doble perjuicio para los consumidores", agrega el documento del organismo encargado de velar por la libre competencia.

Ante este panorama, el Tribunal propone libertad de horarios de apertura y precios, cuyas restricciones actuales son "todas ellas ineficaces y contraproducentes", y la fijación de sanciones de las conductas "anticompetitivas de las empresas y las administraciones locales en materia de suelo comercial".

Además, plantea la supresión de los "pagos y condiciones comerciales abusivas que la distribución impone a los fabricantes y productores" con el fin de lograr precios más bajos "que puedan ser trasladados a los consumidores". A ello agrega garantizar la igualdad de oportunidades entre las marcas blancas y las de los fabricantes, para que sean "la eficiencia empresarial y la demanda del consumidor las que determinen el éxito de un producto".

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El Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia asegura que las medidas propuestas no persiguen proteger a unas empresas frente a otras, sino "garantizar una mayor competencia en la distribución minorista en beneficio de los consumidores".

En su comparecencia ante el Parlamento en julio pasado, Javier Berasategi se mostró crítico con la reforma de la Ley de Actividad Comercial aprobada ese mismo mes y lamentó que la limitación de los horarios comerciales (que están fijados en 72 horas semanas y ocho domingos o festivos al año) se haya ampliado a los establecimientos de más de 150 metros cuadrados (hasta entonces afectaba únicamente a los de más de 400 metros cuadrados). Opinó que esta medida, dirigida fundamentalmente contra los bazares chinos, era una restricción de la competencia "innecesaria, desproporcionada y discriminatoria". Agregó que con ella se impide al comercio que se "adecue a las necesidades de los consumidores".

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