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Cultura no dará ayuda a 'euskaltegis' que exhiban símbolos "ofensivos"

Una norma prohibe "elementos que sugieran justificación de la violencia"

Las subvenciones que la viceconsejería de Política Lingüística concede a los euskaltegis a través de HABE (Instituto de Alfabetización y Reeuskaldunización de Adultos) estarán supeditadas desde este año al cumplimiento de un requisito de nuevo cuño: ningún centro que aspire a recibir financiación pública podrá tener expuestos símbolos o elementos de cualquier tipo "que sugieran justificación de la violencia", que puedan resultar "ofensivos para los ciudadanos" o que vulneren "la dignidad de los usuarios" desde el punto de vista del respeto a los derechos humanos y los valores de la convivencia".

"El euskera es de todos y para todos y todo el mundo debe poder sentirse cómodo en los centros con financiación pública a los que acude a aprenderlo", señaló a ELPAÍS el director de HABE, Joseba Erkizia.

"El sector ha acogido favorablemente la medida", asegura el director de HABE

A lo largo del tiempo se han producido, según ha podido saber este periódico, quejas sobre simbología o reivindicaciones habituales en los medios de la izquierda abertzale presentes en algunos centros, lo que habría determinado la introducción de esa nueva condición para acceder a las subvenciones.

Tanto Erkizia como el viceconsejero de Política Lingüística, Patxi Baztarrika, negaron, sin embargo, que la medida se haya concebido en función de ningún hecho concreto. "Hemos actuado por convencimiento", dijo Baztarrika. "Se trata de una condición genérica relacionada con el respeto a los derechos humanos que nos parece apropiada a los tiempos", indicó Erkizia. El director de HABE la comparó con la restricción introducida el año pasado para casos de discriminación de género. A nadie se le escapa el distinto cariz de una y otra condición y la repercusión que la ahora introducida puede tener en un medio en el que la izquierda abertzale ha mantenido históricamente una presencia muy relevante y activa.

La viceconsejería de Baztarrika ha cogido por los cuernos un resbaladizo asunto, dado que, también históricamente, no pocos euskaltegis han exhibido con plena naturalidad carteles, fotografías, banderas, pancartas o convocatorias que pueden entrar en la categoría de lo ahora prohibido. Los centros que quieran conservar esas prácticas tendrán que prescindir en adelante de las subvenciones económicas del Gobierno y financiarse por su propios medios.

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La primera aplicación de la medida se está haciendo ya en estos días en relación con las dos convocatorias de subvenciones para el curso 2008-2009, publicadas en el Boletín Oficial del País Vasco el 7 y el 30 de octubre pasados. La primera se refiere a los euskaltegis privados y centros homologados de autoaprendizaje, mientras la segunda va dirigida a los centros dependientes de ayuntamientos, euskaltegis públicos de titularidad municipal.

"El sector ha acogido favorablemente" la medida y el departamento no ha recogido ningún cuestionamiento o queja de ella, aseguró Erkizia.

Varios alumnos aprendern euskera en un 'euskaltegi' municipal guipuzcoano.
Varios alumnos aprendern euskera en un 'euskaltegi' municipal guipuzcoano.JAVIER HERNÁNDEZ

31,6 millones de euros

Hay que suponer que los tiempos en que euskaltegis sufragados con dinero público hacían huelga contra la matriculación de policías o realizaban prácticas de conversación simulando un secuestro pasaron ya a la historia. Unos pocos casos de ese tipo cobraron dimensión pública hace unos años, el primero recién puesto en marcha HABE, en 1982.

Algunas prácticas poco adecuadas deben de subsistir aún para que ese organismo haya considerado preciso introducir el nuevo requisito, que reza textualmente así: "Las entidades beneficarias de estas ayudas deberán respetar los derechos humanos y los valores de la convivencia entre las personas y, en consecuencia, no podrán tener expuestos al público símbolos o elementos que, en relación a los mismos, puedan resultar ofensivos para los ciudadanos, vulneren la dignidad de los usuarios o sugieran justificación de la violencia".

Las ayudas para el presente curso a las que afecta la norma ascienden a 31,6 millones de euros, a repartie entre los 107 euskaltegis de la comunidad autónoma. La mayor parte, 78, son privados y tendrán algo más de 20,7 millones de euros. Los de titularidad municipal son 39 y reciben 10,9 millones.

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