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Tribuna
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Debates de futuro

Hace 28 meses que los socialistas llegamos al Gobierno vasco, de la mano de un acuerdo de bases firmado con el PP del País Vasco. Han sido meses muy duros y difíciles, pero creo sinceramente que hemos trabajado con rigor en los grandes objetivos que nos marcamos: hemos hecho frente a la crisis, aprobando medidas casi cada semana; hemos conseguido tranquilizar la vida política vasca, defendiendo la pluralidad de nuestra sociedad; y si hoy estamos tocando la paz con la punta de los dedos, es precísamente porque hemos luchado con firmeza y con inteligencia contra el terrorismo y sus acólitos.

Han cambiado muchas cosas, pero aún quedan otras por cambiar. Y como anunciamos en el ecuador de la presente legislatura, queremos darle un nuevo impulso con reformas en tres campos: en el campo social, para construir una Euskadi más solidaria y un sistema de protección más sostenible; en el campo fiscal, buscando la justicia y la lucha conjunta contra el fraude fiscal; y en el campo de la regeneración democrática e institucional, para ofrecer mejores y más eficientes respuestas a la ciudadanía.

Es necesario que las competencias de cada institución no sea excusa para la incompetencia

En el campo social, planteamos la reforma antes del pasado verano y, a estas alturas, estamos a punto de ver convertidos nuestros planteamientos en ley. Será la próxima semana cuando una Comisión del Parlamento apruebe el dictamen sobre la Ley de Garantía de Ingresos. Queremos que cualquier ciudadano, por el hecho de serlo, tenga unas condiciones de vida digna en Euskadi. Pero al mismo tiempo, debemos velar para que el fraude sea el mínimo posible. Y ese es uno de los objetivos de una ley que se une a lo que va a suponer una revolución en nuestro sistema de protección social en Euskadi, ya que por primera vez van a estar unificados los servicios de empleo y los servicios de ayuda social (en Lanbide), de forma que podamos ayudar con mayor precisión a buscar un empleo a aquellas personas que no lo tienen.

Pero para que queden las cosas claras, los socialistas no pensamos que el mayor fraude en nuestra sociedad se dé precisamente en el campo de las ayudas sociales. Y no es que lo digamos nosotros, ya que el 71% de la sociedad piensa que el fraude fiscal es excesivo, según el último Sociómetro vasco. Y es ahí donde queremos poner el énfasis. Y por ello, precísamente en este campo de la fiscalidad, hemos presentado una iniciativa en el Parlamento vasco para que se pueda hacer un debate con luz y taquígrafos a este respecto, no sólo entre los parlamentarios vascos, sino con el resto de instituciones vascas. Porque entre todos tenemos que poner en marcha una nueva fiscalidad, una fiscalidad más justa para toda la ciudadanía vasca, al margen del territorio en el que viva cada cual. Tenemos que tomar medidas hoy para que nuestro sistema sea sostenible en el futuro. Y para ello tenemos que empezar a discutir ya, sin más dilación.

Y en el tercer campo, el de la regeneración institucional, hemos propuesto la creación de una comisión especial también en el Parlamento, en la que se pueda discutir en torno al informe de duplicidades en las Administraciones vascas hecho público por el Gobierno vasco hace unos días. Un informe que cifra el coste de las duplicidades en 403 millones de euros al año, apróximadamente lo mismo que nos cuesta todo el gasto social del Gobierno vasco (renta de garantía de ingresos, prestación complementaria de vivienda y ayudas de emergencia social-AES). Nos gustaría discutir, sí, pero a lo que aspiramos es a poder acordar unas conclusiones que nos guien en la construcción de un entramado institucional más ágil y más eficaz en el futuro, proponiendo las reformas insitucionales y legales que sean necesarias en ese sentido. No puede ser que tres niveles institucionales se responsabilicen de la puesta en marcha de una misma política y que, además, lo hagan dándose la espalda los unos a los otros. Es de perogrullo, pero hay que recordarlo: las instituciones vascas deben estar al servicio de la sociedad vasca, de toda la sociedad vasca; porque somos más de 250 municipios, tres territorios, pero un sólo país.

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Por encima de las diferencias que han existido hasta el momento, la situación obliga a los responsables políticos a dejar de lado los tabúes. Es necesario que las competencias de cada institución no se conviertan en la excusa para la incompetencia. Es necesario empezar a hablar de una vez de trabajo conjunto, de colaboración institucional y de acuerdo político con la vista puesta en el futuro de Euskadi.

Proponer estos debates fue nuestro compromiso y, por tanto, es nuestra responsabilidad. En consecuencia, los vamos a provocar, guste o no guste a algunos responsables políticos, convenga o no convenga a algunos responsables institucionales.

Óscar Rodríguez Vaz es parlamentario vasco por Álava y Secretario General del grupo del PSE-EE en el Parlamento vasco

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