Donostialdea se prepara para la 'revolución' ferroviaria
La próxima revolución en Guipúzcoa será ferroviaria. Con plazos que se solapan, las instituciones van a acometer en los próximos años una auténtica reestructuración de este sistema de transporte mediante la modernización y ampliación de la actual red de Euskotren (Lasarte-Hendaya) y la construcción del nuevo trazado de la Y vasca ferroviaria.
El Gobierno vasco ya está ejecutando el desdoblamiento del tramo entre los barrios donostiarras de Loiola y Herrera, de 2,6 kilómetros de longitud prácticamente en túnel y una inversión de 71,7 millones de euros. El proyecto incluye la transformación integral de la actual estación ubicada en Herrera.
Esta actuación se suma a las obras de construcción de una doble vía en un tramo de 1.550 metros de la línea del Topo de Euskotren entre Fandería (Rentería) y Oiartzun. Los trabajos de modernización de esta infraestructura incluyen, además, la construcción de dos nuevas estaciones en las citadas localidades. También está previsto llevar a cabo una intervención similar para desdoblar todo el trazado que discurre entre Lasarte-Oria y la estación de Lugaritz. El Ejecutivo también se ha decantado por crear una estación en Altza a 25 metros de profundidad.
Con todos estos proyectos, el Departamento de Transportes persigue convertir el actual servicio de transporte de viajeros de Donostialdea en un metro, lo que permitirá mejorar el acceso ferroviario comarcal y urbano al centro de San Sebastián con frecuencias de 7,5 minutos, la mitad que en la actualidad.
La transformación de todo este entorno se completará con la creación de un metro subterráneo por el centro de San Sebastián y la construcción de un ramal, prácticamente subterráneo, entre Irún y Hondarribia, con una estación situada junto al aeropuerto de Hondarribia. El conjunto de los trabajos tiene una previsión económica que asciende a 700 millones.