_
_
_
_
_

EA avisa al PNV de que marcará sus 'líneas rojas' en la reforma educativa

El PP se plantea pedir que la Cámara aborde este mes los modelos lingüísticos

La reforma de los modelos lingüísticos en la enseñanza, la principal y más compleja tarea de todo este cuatrienio para el Departamento de Educación, está complicando las relaciones entre Eusko Alkartasuna (EA) y sus socios del PNV en este tramo final de legislatura.

La ejecutiva del PNV abordará la cuestión después de las vacaciones

El anteproyecto de ley que maneja la consejería de Tontxu Campos, pendiente aún de pasar al Consejo de Gobierno para su aprobación, fija la preferencia del euskera en la enseñanza, impone que un mínimo del 60% de las asignaturas se impartan en ese idioma y establece pruebas de control del nivel lingüístico en Primaria y Secundaria. El rechazo de la oposición es frontal y la idea no termina de agradar a los otros dos socios del tripartito. El PNV se inclina por una mayor flexibilidad en un asunto de alta sensibilidad social justo cuando se acercan las elecciones, mientras que EB defiende la necesidad del "máximo consenso" en una cuestión que "debe quedar al margen de la confrontación política".

Pese a que la falta de apoyos pone en riesgo la posibilidad de sacar el proyecto adelante, EA no renuncia a mantener sus aspectos nucleares. Su presidente, Unai Ziarreta, afirmó ayer que su partido está abierto a alcanzar consensos, pero advirtió al PNV de que "hay cuestiones que no se pueden tocar", marcando unas líneas rojas para el futuro debate. "Las cuestiones claves que están en ese borrador no se deben tocar", abundó. Ziarreta recordó a sus socios que es EA quien gestiona Educación y que para alcanzar un acuerdo en este asunto, el PNV "tendrá que dejar sus pelos en la gatera", como EA ha hecho en otros asuntos sensibles.

El PNV, de momento, no se quiere pronunciar oficialmente sobre las claves del anteproyecto. Fuentes peneuvistas precisaron ayer que su ejecutiva nacional, el EBB, abordará el asunto en una de sus primeras reuniones después del parón vacacional. Mientras, Ziarreta sigue confiando en alcanzar un acuerdo suficiente para sacar adelante la ley. Para el titular de Educación, Tontxu Campos, el 51% de los votos en la Cámara vale para poner en marcha la reforma. Socialistas y PP reclaman, en cambio, un apoyo transversal, similar al que consiguió la actual normativa.

El PP considera que el anteproyecto de Campos debe ser directamente aparcado. "Que suspendan la reforma y busquen un acuerdo que respete la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos y establezca un modelo trilingüe, con las dos lenguas oficiales y el inglés", pide Iñaki Oyarzabal, el secretario general del PP vasco. "Lo que Educación pretende es un paso atrás, que suprime los modelos A [enseñanza en castellano] y B [bilingüe] y deja al castellano en la escuela un papel anecdótico", dijo ayer a este periódico.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

"Estan vistiendo de reforma la imposición del modelo D [enseñanza en euskera], añadió. "Y escenifican un desacuerdo entre los socios de Gobierno, para que cuando los partidos del tripartito acerquen sus posturas parezca que se ha alcanzado un consenso".

EA reitera que el borrador de la reforma cuenta con el respaldo "mayoritario de los agentes educativos, del alumnado, del profesorado y de los padres". Mientras, Educación guardó ayer silencio.

La oposición se queja del retraso en la reforma y de la falta de contactos para sacarla adelante. Ni socialistas ni populares, insisten, conocen el texto con las pretensiones del departamento articuladas. El PP se está planteando llevar el asunto a la Diputación Permanente del Parlamento para abordarlo antes del reinicio del periodo de sesiones. Para el PSE, en cambio, "no hay ninguna prisa" y prefiere que siga la tramitación en el reinicio del curso en septiembre.

El consejero de Educación, Tontxu Campos, camina tras el <b><i>lehendakari</b></i> Juan José Ibarretxe en la sede del Parlamento.
El consejero de Educación, Tontxu Campos, camina tras el lehendakari Juan José Ibarretxe en la sede del Parlamento.REUTERS

Vicisitudes de un anteproyecto

- Educación ha incumplido su compromiso inicial de presentar el proyecto de ley de reforma educativa antes de que finalizase el anterior periodo de sesiones en el Parlamento vasco, que acabó el pasado 30 de junio.

- La cámara aprobó el 18 de junio prorrogar el plazo de presentación. PP y PSE votaron en contra, pero los votos del PNV, EA, EHAK y Aralar permitieron aprobar una inciativa que insta a remitir la propuesta en el siguiente periodo de sesiones (de septiembre a diciembre próximos).

- El retraso en la elaboración del proyecto ha obligado a educación a posponer su calendario. La última revisión apuntaba la puesta en marcha de la reforma educativa en el curso 2009-10. Y ello sólo será posible si Educación consigue que el gobierno apruebe su anteproyecto y lo remita a la Cámara antes del fin de la legislatura

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_