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EA exige al PNV que aplique el pacto "antitransfuguismo" contra Alkarbide

Amezketa advierte de que los cargos públicos son y serán del partido

Mikel Ormazabal

La dirección de Eusko Alkartasuna (EA) compareció ayer en pleno con el evidente propósito de dar una imagen de unidad y fortaleza internas, tan sólo 48 horas después de que la plana mayor del partido en Guipúzcoa forzara la escisión para crear el nuevo partido Alkarbide. La cúpula de EA trató así de frenar una sangría de disidentes apelando a la autoridad que ofrece reunir a figuras como su fundador, Carlos Garaikoetxea, el actual vicepresidente, Koldo Amezketa, y otros históricos dirigentes como Manuel Ibarrondo, Sabin Intxaurraga o Pierres Xarriton. Todos con el semblante muy serio, salieron al paso de los argumentos -"insidias" y estrategia "artera", según Garaikoetxea- empleados por el sector crítico para escindirse. Amezketa, que llevó el peso de la comparecencia, hizo hincapié en el respeto a las esencias ideológicas de EA por parte de la dirección y acusó a los "tránsfugas" de actuar de manera "poco limpia" por pedir un ejercicio de integración cuando ya tenían registrado Alkarbide como partido político.

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Amezketa tuvo que referirse a los cargos institucionales que pretenden conservar los críticos a preguntas de los periodistas. Dijo que pertenecen a EA, por lo que exigió al resto de partidos políticos que apliquen el pacto contra el transfuguismo para evitar que sean ocupados por Alkarbide. Dicho acuerdo, llamado Código de Conducta Política y suscrito en 1998 por todos los partidos del Congreso, incluidos el PNV y EA, compromete a los firmantes a "impedir la utilización de tránsfugas para constituir, mantener o cambiar las mayorías de gobierno de las instituciones públicas y a no apoyar ninguna iniciativa que provenga de los mismos". El vicepresidente recordó que estos compromisos fueron elevados a "textos legales" y son de obligado cumplimiento. El portavoz de la Diputación guipuzcoana, el peneuvista Eneko Goia, ya ha manifestado que el cambio de denominación de los cuatro diputados forales de EA no afectará a la estabilidad del gobierno foral.

Amezketa reprochó a los disidentes que hayan empleado una táctica "constante" de buscar el "conflicto permanente" para "debilitar" al partido. Las críticas sobre la deriva ideológica y la traición a los principios fundacionales, lanzadas por el grupo de Iñaki Galdos, indicó, no han sido más que "cortinas de humo" para preparar su salida. Y aseguró que Alkarbide no será secundado por casi nadie en Vizcaya, Álava, Navarra y el País Vasco francés.

Garaikoetxea dijo, "desde el alma", que supone "una profunda deslealtad" poner en cuestión los valores fundacionales "como excusa" para justificar el transfuguismo: "Algún título tengo para decir que EA sigue fiel a sus principios: el respeto de los derechos humanos, la socialdemocracia, el derecho de autodeterminación y la apuesta por la presencia activa en las instituciones". Reivindicó el "polo soberanismo" como "aspiración lógica" de cualquier partido abertzale y afirmó que el único contenido político que han defendido en los últimos años los escindidos ha sido su deseo de "acogerse a una coalición permanente con el PNV".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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