"EA utiliza el sistema educativo para construir su gran Euskal Herria"

Javier Nogales acaba de dejar la secretaría de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras, el sindicato mayoritario entre los docentes de la red pública. Sin embargo, no se trata de un adiós, sino de "un suma y sigue". A partir de ahora, deja la primera línea pública, para seguir "ayudando" desde un segundo plano. Han sido ocho años ejerciendo de responsable de CC OO en un momento muy complicado, marcado a nivel político por la presencia de EA en la cartera de Educación y, a nivel sindical, por la presión soberanista de ELA. En ese contexto, aboga por un cambio político de fondo y por conformar una nueva relación de fuerzas en el ámbito sindical.

Pregunta. ¿Cuál es su balance al dejar la secretaría de Comisiones?

"Se instrumentaliza la lengua haciendo abstracción de la realidad"

Respuesta. Un balance muy positivo, tanto desde el punto de vista de afiliación como de representación. Y ambos logrados en un contexto tan duro como el que hemos tenido, con dos legislaturas de EA, a cada cual más sectaria. Hemos intentado llegar a acuerdos, y prueba de ello es el de condiciones laborales logrado el año pasado.

P. ¿Es imposible acabar con la división sindical?

R. Nunca he conocido una situación de división sindical como la actual. Mientras ELA no se apee de su estrategia y se produzca un relevo en el Gobierno, no le veo salida. La rotura de la unidad sindical coincide con un elemento estratégico que es liderado por ELA en el plano político, y no es otro que el de la acumulación de fuerzas nacionalistas propias del pacto de Lizarra. Espero y deseo, por el bien de la educación vasca, que esta estrategia toque a su fin en las próximas elecciones autonómicas.

P. Durante sus mandatos ha conocido a dos consejeros de Educación (Anjeles Iztueta y Tontxu Campos), ambos del mismo partido, EA. ¿Qué impresión se lleva de ellos?

R. Ambos corresponden a un periodo en el que la política partidista de un grupo con apenas representación en el Parlamento [EA es la quinta fuerza] se ha asentado en una estrategia que se puede calificar de sectaria y que sigue las directrices del pacto de Lizarra. EA utiliza el sistema educativo de forma sectaria, como un instrumento al servicio de la construcción nacional de la gran Euskal Herria.

P. ¿El sistema educativo vasco discrimina por razones lingüísticas?

R. Desde luego. EA instrumentaliza la educación y la lengua al servicio de la gran Euskal Herria haciendo abstracción de la realidad: el castellano es la lengua materna del 80% de los vascos. Y hacia ahí se encaminaba la reforma de los modelos lingüísticos.

P. Al final, no va a salir adelante.

R. La diversidad sociolingüística y territorial impide que se fijen objetivos tan ambiciosos como los recogidos en el currículo (niveles de euskera B1 y B2). Y menos por decreto.

P. ¿Qué es lo que tiene que cambiar en el sistema educativo vasco?

R. Por concretar, diría que es necesario un nuevo mapa escolar, un nuevo sistema de financiación para la red concertada, con garantías de gratuidad pero también con contrapartidas en contratación del profesorado y un sistema de escolarización del alumnado inmigrante que reparta las cargas entre las dos redes. Además, hay que dignificar la función que desarrolla el profesorado con la creación de la carrera docente.