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Entrevista:PATXI ZABALETA | Coordinador general de Aralar

"ETA quiere una candidatura que sea prohibida para activar la abstención"

Patxi Zabaleta, coordinador general de Aralar, prepara sus armas dialécticas para la segunda campaña de Aralar en unas reñidas autonómicas y desvela algunos de los movimientos y corrientes, subterráneas y de superficie, que se están dando en el mapa político nacionalista.

Pregunta. ¿Qué balance hace de estos cuatro años de Aralar en el Parlamento vasco?

Respuesta. Muy positivo cualitativa y cuantitativamente, porque nuestro voto ha sido decisivo en temas sociales y culturales y ha propiciado aportaciones esenciales que han dado un signo diferenciador a esas políticas.

P. Eusko Alkartasuna ha cerrado el paso a repetir la coalición con el PNV. ¿Abre alguna expectativa nueva a Aralar?

"Históricos de la izquierda 'abertzale' nos plantearon ir a una fuerza operativa"
"A priori no excluimos ninguna orientación de nuestros votos"
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R. En principio, no. En otro tipo de elecciones como las generales habría más oportunidades a candidaturas unitarias, pero en las autonómicas hay que priorizar las políticas sociales, económicas y medioambientales. Aralar va a hacer una oferta de izquierda abertzale política y ahí vamos a estar.

P. ¿Y cierra las puertas a cualquier coalición con EB?

R. No hemos tenido ninguna reunión con EB y sólo ha habido ofertas propagandísticas. En la asamblea del día 22 se aprobarán las candidaturas y la ejecutiva propondrá ir en solitario.

P. Hay indicios de la formación de una nueva fuerza impulsada por LAB y apoyada por ELA dispuesta a ser autónoma de Batasuna. ¿Les han contactado?

R. Nosotros estamos contra la ley de Partidos porque distorsiona el debate y creemos que los perjudicados, además de Batasuna, somos nosotros. Dicho eso, lo que se llama el grupo de Málzaga llegó a reunirse con nosotros y nos propusieron la posibilidad de dar pasos hacia la creación de una izquierda abertzale políticamente operativa. Les respondimos que ese es precisamente nuestro objetivo y que nos parece un movimiento tan importante que no hay que mezclarlo con las elecciones a corto plazo.

P. ¿Quien integra y lidera ese grupo de Málzaga?

R. Históricos de la izquierda abertzale tradicional y organizaciones aledañas que sienten el vértigo de que Batasuna pueda quedar fuera de las instituciones. No deja de ser paradójico que quienes en los debates de los años ochenta y noventa fueran contrarios a la participación institucional de HB que otros defendíamos, ahora sean los que ven un grave peligro en la no participación.

P. ¿Se refiriere a Díez Usabiaga u Otegi, por ejemplo?

R. No soy yo quien ha dado nombres, pero, sí, se trata de históricos. Pero ahora, en política, hay que actuar con ideas y posicionamientos claros, y Aralar los tiene. Con este grupo no tenemos esa comunidad, aunque podemos coincidir en que, a largo plazo, cuando se supere la violencia, hay un espacio común de la izquierda abertzale plural en el que tendremos que buscar actuaciones conjuntas con otras izquierdas, no necesariamente o sólo independentistas. Aralar no quiere confundirse con quienes no defiendan la utilización exclusiva de los cauces políticos.

P. De su discurso se deduce que se trata de una iniciativa electoral sin una decisión de romper la dependencia de ETA.

R. Quienes quieran hacer política de izquierda abertzale por cauces exclusivamente políticos tienen a Aralar. No nos parece bien que haya sectores ideológicamente próximos sin representación, pero sólo podemos coligarnos con quienes estamos de acuerdo, no sólo en las ideas políticas, sino en las éticas y sociales.

P. ¿No hay en la izquierda abertzale un líder capaz de desmarcarse de la estrategia político militar de la que están cautivos?

R. No lo sé, pero a la gente con deseos de hacer política les digo que, desde la ruptura de la tregua de 1998, la violencia no sólo es injustificable desde el punto de vista ético, sino perjudicial desde el punto de vista político.

P. ¿Cómo ve la sugerencia de EA sobre un polo soberanista tan bien recibida por Batasuna? ¿Prevé movimientos en el mapa nacionalista?

R. No hay posibilidad objetiva de que prospere en una colaboración electoral. El electorado de EA es muy claro en algunos territorios, pero en Guipúzoa está colocado a la derecha. Estos movimientos no son un ataque, sí una dialéctica contra Aralar. Por eso no vamos a replicar.

P. ¿Y qué papel le espera a Batasuna?

R. Lo que ETA quiere es que le prohíban y no le interesa ningún artilugio posibilista del tipo que podría propiciar el grupo de Málzaga. Quiere una candidatura que garantice una prohibición frontal, que es la excusa para hacer una campaña basada en el victimismo. Una candidatura prohibida propiciaría una abstención activa, lo cual perjudica a Aralar, no tanto en las ciudades grandes, sino en los pueblos pequeños, donde la gente se conoce. Eso es lo que va a suceder.

P. ¿Votaría a Patxi López si necesitase los votos para acceder a Ajuria Enea?

R. Aralar va con libertad absoluta a estas elecciones y tratará de utilizar sus votos para condicionar políticas sociales o educativas. A priori no tenemos ninguna exclusión, Nuestro objetivo no es entrar en el Gobierno, sino hacer valer nuestros votos.

P. ¿Su soberanismo no va a ser condicionante?

R. Cuando haya que discutir esos temas nos encontraremos con quienes coincidan con nostros, pero vamos a tener las manos muy libres para actuar con efectividad y capacidad transformadora, con lo importante que es eso en tiempos de crisis. No tenemos ningún compromiso con nadie, tampoco con Patxi López, y si él es capaz de coincidir con nosotros, que nos llame.

P. Ha sido una voz de recordatorio de los presos de ETA.

R. Sí, y las consecuencias que eso me ha supuesto como la declaración de persona non grata.

P. ¿Se siente seguro? ¿Tiene miedo?

R. Tengo la obligación de no pensar en ese tema y actuar como actúo. Yo he tenido en este mismo despacho donde estamos, durante más de diez años, a las Gestoras gratis y nunca me preguntaron cuánto costaba la luz y el teléfono, y que luego te declaren persona non grata... Claro que no lo hicieron los presos, sino un colectivo politizado, que es el colectivo de los presos. Los presos son personas individuales y su evolución ideológica está frenada por la dispersión, que impide el debate interno como ocurrió en Irlanda.

P. ¿ETA escucha a los presos teniendo en cuenta las expulsiones de discrepantes como Txelis?

R. En los colectivos armados siempre ha sido importante la voz de los presos, y la discrepancia no se acaba por el hecho de que expulses a los disidentes.

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