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Educación quiere reformar la FP para que los alumnos alternen estudio y trabajo remunerado

Las dificultades de las empresas del sector industrial para captar trabajadores cualificados ha encendido todas las alarmas. Pese a las salidas de empleo que ofrece, la Formación Profesional (FP) no es capaz de atender la demanda y se está planteando varias actuaciones para paliar la falta de mano de obra. Entre ellas, figura la reforma de los ciclos formativos, para que los alumnos puedan simultanear la formación académica con el trabajo remunerado y con un contrato en regla en las empresas. Esta solución, aún en fase de estudio, permitiría satisfacer las necesidades inmediatas de las compañías y, a la vez, una incorporación más temprana de los estudiantes al mercado laboral. Se trataría de contratos en las mismas condiciones que las del resto de trabajadores de la empresa, nada de las tradicionales prácticas que se están haciendo hasta ahora.

Las empresas están interesadas en el proyecto para hacer más atractiva la FP y paliar la falta de mano de obra cualificada
Marruecos ofrece estudiantes para las ramas profesionales más demandadas por el sector industrial de la comunidad
Se plantea que los estudiantes compaginen la formación con el trabajo retribuido para adelantar su inserción laboral

Es un paso trascendental y que es bien visto por las empresas. El Departamento de Educación planteó el mes pasado esta iniciativa a un conjunto de empresas del Bajo Deba y el Instituto de Máquina Herramienta de Elgoibar, que se muestran muy inquietos ante la falta de matriculaciones en las ramas industriales de la FP. El viceconsejero de Formación Profesional, Iñaki Mujika, destaca que, en la actual coyuntura, las empresas tienen que hacerse más atractivas que nunca para atraer al alumnado a su sector. Y ello pasa por "realizar propuestas de contratación y económicas interesantes". "Vamos a intentar que los alumnos compartan formación con trabajo. Se trata de buscar una fórmula que posibilite que, dentro de una flexibilidad en el tiempo de los estudios, el alumno pueda trabajar con un contrato en firme. Nada de prácticas", precisa.

El planteamiento es que, en lugar de hacer toda la formación de una vez y ponerse luego a trabajar, como ocurre en la actualidad, los estudios sean más flexibles. "Es posible que haya que alargarlos un poco más y compaginarlos a la vez con un trabajo remunerado. En aquellos sectores donde hay verdadera necesidad, está sería la línea. Si no hay relevo para los actuales trabajadores, la producción se va a ver afectada".

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Empresas en dificultades

José Antonio Egaña, director del Instituto de Máquina Herramienta, ubicado en Elgoibar, ve factible la propuesta del departamento y asegura que las empresas la apoyarán si finalmente se promociona. El Instituto, uno de los más reconocidos en su sector a nivel nacional, se ha encontrado con varias empresas del Bajo Deba, la comarca donde se ubica, con dificultades para contratar personas adecuadas a sus necesidades.

El Bajo Deba comprende las localidades de Ermua, Mallabia, Elgoibar, Éibar, Soraluze, Mutriku, Deba y Mendaro y cuenta con una gran tradición industrial. Según Egaña, la demanda de alumnos-trabajadores por parte de las empresas de la zona es "desmedida", en algunos casos. "En fabricación mecánica, tenemos una media de siete ofertas de trabajo por cada alumno, y de cuatro en montaje".

La situación empieza a ser acuciante por varias circunstancias. Por una parte, hay necesidad de un relevo generacional que coincide con la baja tasa de natalidad. Por otro lado, la bonanza económica de los últimos ha aumentado la actividad industrial. La gente que se va a jubilar procede de una cultura industrial, mientras que el posible relevo es más variado, lo que complica aún más la situación. Varias empresas del Bajo Deba han planteado directamente al departamento sus necesidades y su situación durante un encuentro de trabajo. Un ejemplo: entre los años 2007 y 2011 se va a jubilar el 15% de la plantilla de una compañía de la zona. A medio-corto plazo, y sin tener en cuenta proyectos expansivos, necesitará 120 trabajadores para reponer la plantilla, explica Egaña. "En el mercado tienen serios problemas para encontrar mano de obra cualificada. Los centros de formación no tienen alumnos suficientes para responder a la demanda y el paro residual no está cualificado. Principalmente, necesitan alumnos de ciclos formativos superiores para trabajar como montadores de máquinas", añade.

Esto sólo es un botón de muestra de lo que se avecina. "El primer mensaje", apunta el viceconsejero, "es hacia nuestro alumnado. Hay trabajo para los jóvenes si quieren, pero si no quieren tenemos que buscar otras soluciones para responder a las demandas de nuestras empresas".

Mujika ya anunció en su momento que el departamento va a "importar" alumnos extranjeros para integrar los ciclos formativos más demandados (ver EL PAÍS del 17 de diciembre de 2006), ante la falta de vocaciones entre los jóvenes autóctonos. Desde entonces, la consejería ha establecido varios contactos y ahora trabaja en dos vías. "Estamos en conversaciones con el cónsul de Marruecos en Bilbao, porque les interesa que alumnos marroquíes se pudieran formar en su país en función de nuestras necesidades y después venir a Euskadi. Y la otra opción es mandarlos directamente a Euskadi y formarlos nosotros".

Y por otro lado, el departamento va a firmar un convenio con el Gobierno de Colombia para formar a profesores y alumnos de aquel país en los secretos de la FP vasca. Dentro de ese convenio también se recoge que alumnos colombianos se formen en Euskadi. "Algunos se quedarán", apunta Mujika.

Varios alumnos de Formación Profesional realizan prácticas en un centro de Vitoria.
Varios alumnos de Formación Profesional realizan prácticas en un centro de Vitoria.PRADIP J. PHANSE

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