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Empleados de Anesvad cobraron más de 30.000 euros en 'dinero B'

Los trabajadores testifican que Gamarra les dio cheques por tareas extras

Las diligencias del caso Anesvad están mostrando la peculiar forma de gestionar la ONG que tenía su ex presidente José Luis Gamarra, imputado desde hace casi un año por la presunta apropiación de 4,6 millones de euros. Trabajadores de la undécima ONG española por dinero gestionado, con un presupuesto anual de 35 millones, han declarado a la juez encargada del caso que en los últimos años percibieron más de 30.000 euros en dinero B (en cheques o en metálico) por realizar trabajos extras para Anesvad. La mayor parte de esa cifra, 28.000 euros, la recibió el ex responsable de informática por adecuar los equipos en el traslado a la nueva sede en Bilbao, hace más de dos años, y otros trabajos que realizó en 2001.

El ex responsable de informática recibió en dos talones 28.000 euros

Tras la puesta en libertad bajo fianza de Gamarra en noviembre, han declarado en el Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao siete trabajadores de Anesvad, algunos ya desvinculados de la entidad. Los testimonios revelan, según fuentes judiciales, que algunos recibían dinero B en metálico o talones por trabajos extras, aunque otros negaron haber recibido contraprestaciones en negro. La mayoría pertenece al polémico Departamento de Logística, que el juzgado ha afirmado que realizaba "los recados personales" del ex presidente.

Estos empleados admitieron también haber cobrado en bancos cheques de diferentes cantidades por orden de Gamarra y otros directivos de Anesvad, cuya cuantía era entregada luego en la ONG.

El ex responsable de informática declaró, según los medios consultados, que los 28.000 euros recibidos fue por agradecimiento a su trabajo y que en agosto de 2006 fue despedido porque formaba parte del grupo crítico con la gestión de Gamarra. Este ex empleado admitió su relación de amistad con otro antiguo trabajador, M.G.R., autor de la denuncia que dio lugar a la investigación de las cuentas de la ONG. Una grabación que figura en las diligencias revela que el denunciante exigió más de 220.000 euros a Gamarra para no acusarle.

El ex presidente de Anesvad, José Luis Gamarra (a la izquierda), junto a su abogado, cuando salió de la prisión de Basauri.
El ex presidente de Anesvad, José Luis Gamarra (a la izquierda), junto a su abogado, cuando salió de la prisión de Basauri.PRADIP J. PHANSE
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El Santander niega travase de fondos en Suiza

El caso Anesvad sigue la senda de dos cuentas en Francia y Suiza abiertas a nombre de José Luis Gamarra. El juzgado que instruye la causa todavía no ha recibido los resultados de las comisiones rogatorias solicitadas, pero en las diligencias ya figura un escrito del director adjunto de la oficina del Banco de Santander en Ginebra, Ricardo Mordasini, que confirma la existencia de la cuenta a nombre de Gamarra con un saldo actual de 909.000 euros. En ella no se han "registrado salidas de efectivo".

La antedicha es una de las cantidades de cuya apropiación indebida se acusa al ex presidente de la ONG. Gamarra abrió la citada cuenta en 2006 para recibir un legado otorgado a Anesvad dentro de una herencia multimillonaria (siete millones de euros), depositada en Suiza por la familia de un ciudadano español fallecido.

El imputado ha declarado al juez que, al carecer la ONG de personalidad jurídica en Suiza para recibir el legado, se asesoró sobre cómo gestionar esa cantidad y poder repatriar el dinero. Un banco con el que operaba Anesvad recomendó a Gamarra, siempre según su testimonio, que abriese una cuenta en Suiza a su nombre para luego "realizar los trámites necesarios para regularizar la situación" del dinero. El ex presidente alega que no lo hizo pues a los dos meses fue detenido.

En abril pasado, el Banco de España, a través del Sepblac (el servicio especial de prevención del blanqueo), comunicó al juzgado que Gamarra no había desviado 3,4 millones de euros de fondos de dos sociedades en que era administrador único.

La juez está indagando también los movimientos de las cuentas de Misión de China y Leprosería de Culión, gestionadas por Gamarra. Al no tener personalidad jurídica ni CIF, se usaban cuentas de Anesvad y del Consulado de Filipinas, al cargo del cual estaba el imputado hasta que fue destituido tras su encarcelamiento.

Anesvad funciona desde hace más de tres meses bajo administración judicial despues de que la magistrada apreciase el riesgo de que se siguieran desviando fondos. Ello ha supuesto la disolución del patronato de la entidad, formado por familiares y amigos de Gamarra.

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