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Reportaje:

Enseñanza frente a la especulación

Santurtzi asiste desde hace tres años a la batalla judicial por derribar un céntrico colegio centenario para construir en su lugar cien pisos de lujo

¿Puede un colegio ya centenario competir con la recalificación de su céntrico solar para construir viviendas de lujo? Desde hace tres años, Santurtzi vive pendiente de una batalla que, en el marco de una economía de cemento y ladrillo, parece desequilibrada a priori. Pero el humilde centro educativo resiste, soportado en un unánime respaldo vecinal que incluso lo ha convertido en icono. Hasta el punto de que la incertidumbre sobre su futuro ha traspasado las barreras municipales. El secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, anunció ayer en la localidad vizcaína que presentará una iniciativa urgente ante el Parlamento para "comprometer" al Ejecutivo autónomo "en defensa de la escuela".

No se refería a un asunto menor. La incertidumbre en torno al futuro de Hijas de la Cruz es poco menos que una cuestión de Estado en la octava localidad más poblada de Euskadi. Ha mantenido en vilo a los vecinos de Santurtzi, muchos de los cuales han llegado incluso a lucir enseñas moradas en sus ventanas y balcones como muestra de solidaridad con el colegio, en el que estudian unos 500 alumnos.

Todo se remonta al mes de agosto de 2006, cuando el entonces alcalde, el socialista Javier Cruz, firmó un decreto para modificar el uso educativo de la parcela y permitir la construcción de un centenar de pisos. Fue el punto de partida de una intensa batalla judicial que está en pleno apogeo.

El origen del conflicto radica en la lucha por la titularidad de la fundación propietaria de la escuela. El heredero del fundador, Juan Manuel Mitjans, la asumió por su cuenta hace tres años y vendió el colegio, con sus 6.000 metros cuadrados, a una promotora por sólo nueve millones de euros. Todo apuntaba entonces a la inmediata entrada de la piqueta, pero, instigado por la oposición, el regidor rectificó y se comprometió a garantizar la continuidad del centro. El Ayuntamiento inició entonces la protección del solar frente a operaciones urbanísticas a través de su planeamiento y, con el apoyo del Gobierno vasco, reclamó también ante los tribunales el patronazgo de la institución.

La casualidad ha querido que tanto el gobierno local, como el autonómico, hayan cambiado de manos con el tiempo y la cuestión de la titularidad del colegio, clave para determinar si su venta se ajustó a derecho, aún no se ha dilucidado. El fallo del Tribunal Superior estaba previsto para el próximo día 22, pero se ha retrasado. El nuevo Ejecutivo de Vitoria, eso sí, ha modificado la postura del anterior y, aunque obligado legalmente por "silencio administrativo", ha reconocido como patrón a Mitjans. "No podemos permitir que la especulación se anteponga a un proyecto educativo centenario", recalcó ayer Oyarzabal.

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