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Euskotren pone en marcha controles de drogas y alcohol

La compañía vigilará más desde febrero a su plantilla

Las medidas anunciadas por Transportes tras el accidente registrado el 8 de octubre de 2009, en el que un maquinista de Euskotren murió al chocar el tren que conducía contra el tope de la estación de Lezama, se han implantado solo en parte. Una de las más llamativas eran los controles de drogas y alcohol a todo el personal implicado en la circulación de trenes, que empezaran a aplicarse en febrero próximo, según los planes de la compañía.

Desde marzo, se ha desarrollado un plan de concienciación entre las plantillas de Euskotren (la operadora ferroviaria vasca) y ETS (la firma que gestiona las infraestructuras), que suman 1.178 trabajadores. En febrero se prevén iniciar los controles de consumo de alcohol y otras drogas "al personal y preferentemente a los que ocupan puestos de riesgo", precisa un portavoz de Euskotren. La intención es extenderlos tanto a maquinistas como a los operadores del puesto de operaciones y técnicos de mantenimiento.

El nuevo sistema de frenado ya está en servicio en las estaciones finales

Los controles se realizarán inicialmente en fechas programados y, según avance el año, se incorporarán los aleatorios y se extenderán a los trabajadores implicados en incidentes graves o muy graves. La intención es que los datos, tanto sobre número de controles como sus resultados, se trasladen periódicamente a los trabajadores. Euskotren y ETS tienen aún sin decidir el número de empleados a los que se extenderán.

Aunque cuando se anunciaron las medidas, los sindicatos se mostraron reacios a su puesta en marcha, la dirección de Euskotren espera que no haya problemas. "Los trabajadores saben que se va a poner en marcha, porque para eso se ha hecho la campaña de comunicación interna". Para vencer cualquier resistencia, la dirección ha incidido en que es una cuestión de salud laboral y mejora de las condiciones de vida, "y no meramente un correctivo".

El nuevo plan de seguridad, anunciado en el Parlamento en abril por el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, tiene en vigor algunas del resto de medidas anunciadas, que suponían una inversión global de 2,6 millones. La principal ha sido la instalación del frenado automático, una reivindicación en la que insistieron los sindicatos tras el accidente de Lezama.

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Este sistema ya se encuentra en funcionamiento en todas las estaciones terminales (Lezama, Lasarte, Hendaya, Atxuri, Sondika, Amara y Ermua). Asegura la parada del tren en una situación de emergencia y que, por ejemplo, en las paradas terminales no choque contra la topera, como ocurrió en Lezama.

ETS ha adelantado igualmente el punto de parada en las estaciones terminales y lo ha situado a siete metros del tope, con lo que se reduce también el riesgo de choque. Y se han instalado nuevas señales luminosas que indican al maquinista que entra en la última parada.

Euskotren tiene pendientes otras medidas, que dependen de la disposición de 30 trenes que se están fabricando, en los que se instalarán circuitos cerrados de televisión en las cabinas o el sistema "hombre muerto activo", que permite activar el frenado de emergencia en el caso de que el maquinista sufra un desvanecimiento.

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