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Expertos de la UE evaluarán en octubre el proyecto del centro de neutrones en Vizcaya

La consecución de la Fuente de Espalación Europea supondría una inversión de 1.200 millones

Pedro Gorospe

El comité de científicos que asesora a la UE sobre el proyecto de la Fuente de Espalación Europea (ESS), un gran centro de investigación con neutrones, viajará en octubre a Bilbao para estudiar sobre el terreno las condiciones que ofrece la candidatura de Vizcaya. Los Gobiernos vasco y central ya han acordado la construcción en la comarca de Bilbao un centro similar de dimensión nacional, al que podría superponerse el europeo, si llega a conseguirse. En ese caso la inversión alcanzaría los 1.200 millones de euros y en las instalaciones trabajaría un millar de científicos.

La comisión asesora del Foro Estratégico Europeo para las Infraestructuras de Investigación (ESFRI) llegará en octubre, según han confirmado fuentes del Departamento de Industria, para realizar un análisis sobre el terreno de todos los aspectos de la candidatura vasca, respaldada por el Gobierno central. De hecho, la delegación española que el pasado febrero defendió la opción del área metropolitana de Bilbao ante el ESFRI estuvo encabezada por el director general de Política Tecnológica del Ministerio de Educación y Ciencia, José Doncel. Junto a él viajaron a Bruselas el director de Tecnología y Sociedad de la Información del Gobierno vasco y tres de los científicos que promovieron el proyecto en Euskadi hace ya seis años , Manuel Tello, de Facultad e Ciencias de la UPV, Fernando Legarda, de la Escuela de Ingenieros y Francisco Albisu, de la empresa Sener.

El futuro centro, además del campo que abre a la investigación pura, tiene aplicaciones industriales y médicas, como la terapia contra el cáncer o el análisis estructural de materiales, según ha explicado el viceconsejero de Innovación y Desarrollo Industrial, Iñaki Telletxea. Sólo existen dos centros similares en todo el mundo, en Estados Unidos y en Japón, ambos en construcción.

Si bien el proyecto se planteó inicialmente con una dimensión nacional, ahora está en juego la posibilidad de que el centro tenga, además, una proyección europea. Bruselas debe decidir si impulsa esta instalación científica y, en caso afirmativo, dónde se construye. Vizcaya fue la primera candidatura, pero después se han sumado el Reino Unido, Alemania, Suecia y Hungría.

Pese a que el empeño de las autoridades políticas y científicas del País Vasco y de la Administración central es conseguir que el ESS se ubique en Vizcaya, el premio de consolación, la fuente de espalación de escala nacional está asegurada. En el trámite de los Presupuestos Generales del Estado para este año, el PSOE y el PNV acordaron promover este centro de investigación. La inversión estimada es de 330 millones de pesetas y se está a la espera de firmar el convenio que fije las aportaciones y responsabilidades que corresponderán a las instituciones vascas y al Gobierno central. De conseguirse el ESS, la inversión se multiplicaría por tres, hasta alcanzar los 1.200 millones y en el centro trabajaría un millar de personas. El diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, prometió en marzo facilitar "todo lo necesario" para traer el proyecto, "sean terrenos, dinero o lo que haga falta". A principios de este mes, la vicelehendakari Idoia Zenarruzabeitia, encargada de coordinar el proyecto en Euskadi, y la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera, nombraron los representantes de la comisión técnica que va a buscar las posibles ubicaciones del centro.

Bombardeo con protones

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La llamada espalación es una de las dos formas conocidas hasta ahora para la obtención de los neutrones. A diferencia de un reactor nuclear, el otro método disponible, la espalación no genera ningún tipo de radiación. El sistema se basa en bombardear con protones el núcleo de un metal semipesado. Esto hace que ese núcleo suelte neutrones. La observación de los neutrones y de su interacción con otros materiales mediante sofisticados instrumentos ofrece avanzadas utilidades en campos como los de los nuevos materiales o el tratamiento de algunos cánceres.

Este centro culmina, de momento, la apuesta pública por la investigación, ya desarrollada en campos como la biotecnología. Si en 2001 había en Euskadi 12 empresas de biotecnología, en 2006 ya son 50. Más de mil personas trabajan en el sector, de los que 275 son investigadores. Esto ha permitido que la inversión pública en el sector, que en 2001 suponía en la práctica el cien por cien, se haya reducido al 70% en la actualidad y pueda bajar al 40% en cuatro años. En el periodo 2001-2005 la inversión ha sido de 80 millones de euros, de los que 30 ha sido financiación privada.

Vista de las instalaciones del espalador de neutrones de Oak Ridge que se construye en Tennesse (Estados Unidos).
Vista de las instalaciones del espalador de neutrones de Oak Ridge que se construye en Tennesse (Estados Unidos).

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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