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El Festival de Derechos Humanos arrancará con un filme del IRA

San Sebastián premia la defensa de la libertad de Borau

El Ayuntamiento de San Sebastián está decidido a convertir la ciudad en un referente de la lucha por la paz y la defensa de los derechos humanos. Y en ese deseo se enmarca el Festival de Cine y Derechos Humanos, cuya séptima edición arrancará el próximo día 23 con el estreno en España del filme británico Fifty dead men walking, de Kari Skogland. Galardonada en Vancouver y Toronto, esta película recrea la historia del joven Martin McGartland, reclutado en los años ochenta por la policía británica para infiltrarse en el IRA. "Es un thriller político muy poderoso", afirmó ayer el director de la muestra donostiarra, José Luis Rebordinos, durante la presentación de la programación.

La muestra proyectará 21 largometrajes y 13 cortos en ocho días

La muestra bajará el telón con Checkpoint rock, un documental de Fermín Muguruza y Javier Corcuera que recorre la música palestina y se acerca a través de sus intérpretes al conflicto que vive este pueblo con Israel. La película se proyectará el jueves 30 de abril, el mismo día que el cineasta José Luis Borau recibirá el premio del festival por su defensa de los derechos humanos. Sus acciones han sido innumerables. Por ejemplo, su negativa a realizar los cuarenta cortes que la censura de un franquismo ya agonizante le exigía para dar luz verde a Furtivos. Venció en la pugna y la película acabó ganando precisamente la Concha de Oro en San Sebastián en 1975. Años más tarde, el 31 de enero de 1998, no dudó en pintarse las manos de blanco durante la gala de entrega de los Premios Goya. Fue su manera de condenar a ETA, que acababa de matar al concejal sevillano del PP Alberto Jiménez Becerril y a su esposa.

Fifty dead men walking y Checkpoint rock forman parte de un cartel de 34 trabajos (21 largometrajes y 13 cortos) que, a lo largo de ocho días, servirán de herramienta para abordar temas muy diversos. La caja de Pandora ganó el pasado año la Concha de Oro a la mejor película por su retrato de cómo viven tres hermanos el alzhéimer que padece su madre. El Festival de Cine y Derechos Humanos la recupera ahora para debatir sobre la enfermedad, la dependencia y su incidencia en el ámbito familiar.

La homosexualidad, la memoria histórica, el valor de la amistad o la fuga de talentos de África son otros de los temas que aparecen en las películas elegidas. Una selección que afronta sin miedo historias muy duras, pero que también hace un guiño al humor para denunciar ciertas situaciones. Por eso ha programado Sicko, en la que Michael Moore critica con su ácido estilo el sistema sanitario estadounidense. O Where in the world is Osama Bin Laden?, en la que Morgan Spurlock viaja por países como Egipto, Afganistán y Pakistan siguiendo las huellas del hombre más buscado.

Por primera vez, la Sección Oficial de Largometrajes será competitiva. El público elegirá por votación la mejor película entre las quince a concurso. La ganadora recibirá un premio honorífico. El Jurado de la Juventud, compuesto por 150 personas de entre 18 y 30 años, concederá una vez más el Premio al Mejor Cortometraje, dotado con 3.000 euros.

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El festival se completará con diversas actividades paralelas: cuatro exposiciones gráficas, dos conciertos y una mesa redonda titulada El cine como escudo.

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