_
_
_
_
_

El Gobierno impulsa la depuradora de Lamiako, ideada hace 25 años

La planta, de 67 millones de coste, no funcionará antes de 2010

El Gobierno central ha empezado a impulsar, tras sucesivas demoras, la construcción de la depuradora de Lamiako, un proyecto de 67 millones de euros para mejorar el tratamiento de las aguas residuales en el área metropolitana bilbaína. El Ejecutivo ha sacado a concurso el anteproyecto de la planta, que complementará a la de Galindo, pero cuya puesta en marcha no será posible antes de 2010.

La construcción de la depurada de Lamiako, en el municipio de Leioa, se contempló hace casi 25 años, cuando se inició el Plan Integral de Saneamiento del Gran Bilbao, la mayor inversión medioambiental en Euskadi que requerirá cerca de 900 millones de euros cuando concluya. Era una de las tres plantas ideadas para tratar las aguas residuales del área metropolitana, que hasta los 90 se vertían directamente a la ría del Nervión. Las otras eran la de Muskiz, en funcionamiento desde 1992 pero que sólo ofrece servicio a 6.700 habitantes, y la de Galindo, en marcha desde 1991 y que es la mayor depuradora vasca al recoger los líquidos residuales de casi un millón de vizcaínos.

Precisamente, la planta de Lamiako tiene la función de complementar a Galindo, que, según los cálculos del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, estaría saturada la próxima década. La previsión es que trate los vertidos de 250.000 vecinos, la mayoría de los que se generan en la Margen Derecha. Su construcción se anunció repetidas veces la década pasada por las autoridades vascas pero, al estar definida como obra de interés general y por tanto financiada por el Gobierno central, su impulso dependía de esta administración.

El Ejecutivo de Madrid ha dado el primer paso al sacar a concurso la redacción del anteproyecto de la planta. "La elaboración del anteproyecto llevará varios meses y, con él, se dispondrá de lo que son los elementos constructivos para luego poder licitar la obra. Todos estos trámites llevarán más de un año", señala Pedro Barreiro, gerente del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, la entidad encargada del plan de saneamiento de la metrópoli. Barreiro apunta que 2006 debe ser también el año en el que se defina la financiación global del proyecto, cuyo coste ahora se calcula en 67 millones de euros. "Si va todo con normalidad no sería previsible que estuviera [en funcionamiento] antes de 2010", afirma el gerente.

La planta de Lamiako incluiría, como la de Galindo, un sistema biológico que elimina el 95% de la contaminación de las aguas residuales. Por ello, el consorcio pretende acometer posteriormente la construcción de un emisario submarino, que haría que los líquidos salieran, en vez de al interior de la ría, a tres kilómetros de distancia, en alta mar. Con el contacto con el agua salina, sería más fácil la disolución de ese 5% que no se elimina con las depuradoras.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_