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"Hay que vivir mejor con menos"

Varios expertos advierten en Vitoria de la necesidad de un cambio global de hábitos y de entender el desarrollo para la supervivencia de la humanidad

Los vecinos de Mariturri o Ibaiondo, en Vitoria, en los bordes de la ciudad vasca con más perspectivas de extensión, han de saber que se han convertido en el cierre de la capital vasca, en su muralla urbana. Así se desprende de las reflexiones que ayer presentaron los expertos Jorge Ozcáriz y Fernando Prats dentro del Ciclo de Paisaje, que organiza la Universidad del País Vasco como presentación del máster sobre paisaje que se comenzará a impartir el curso que viene, con el respaldo del Gobierno vasco y la Unesco.

Ozcáriz y Prats son autores de la publicación Cambio global España, 2020/2050, impulsada por la Universidad Complutense de Madrid que advierte de que lo del cambio climático es una minucia comparada con las amenazas que se avecinan. El informe, reconocido en los principales foros medioambientales, documenta la agresión que ha producido la Humanidad a la biosfera en los últimos 50 años y propone nuevas políticas que se deberán desarrollar, sobre todo, desde las ciudades.

"Las ciudades del futuro son nuestras ciudades de ahora"
"Hay que reducir la factura energética hasta un 90% para 2050"

"Se trata de intervenir en el paisaje urbano del futuro a partir de las decisiones que tomemos hoy", adelantó Luis Andrés Orive, director del máster de paisaje, que compartió mesa con los citados expertos, además del ex alcalde de Vitoria José Ángel Cuerda, y el catedrático de Planificación Urbana y Regional José Allende.

El panorama que ha dejado la intervención urbana en estos 50 últimos años lo describía el arquitecto Fernando Prats gráficamente: "Durante 200.000 años la presencia humana en la Tierra ha sido una larga línea horizontal, que de repente ha comenzado a subir hasta un nivel imposible de asimilar por el planeta", explicó. Entre las cuestiones clave que deben resolverse ya se encuentran la escasez de agua dulce, la desaparición de la biodiversidad, el uso desaforado del suelo, el consumo de materiales por encima de la capacidad del planeta para aportarlos o la desertificación.

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"La humanidad tiene por delante unos años muy difíciles; tenemos que imaginar una nueva sociedad con cambios profundos en la ética, la política o la economía", apuntó Prats. Como sugerencia apuntó un dato sobre la energía: "Debemos reducir la factura energética entre un 20 y un 30% para 2020 y hasta un 90% en 2050", advirtió. "Hemos fabricado una tecnología de espaldas a la naturaleza, a los ciclos de la biosfera".

Así que, ante este panorama, se acabaron las fórmulas clásicas de expansión de las ciudades asumiendo nuevos territorios. "Las ciudades del futuro son nuestras ciudades de ahora", resumió en un lema el arquitecto, que elogió en este sentido la labor por la redensificación que comienza en Vitoria. "A partir de ahora, todo lo que se haga es nuevo; eso es lo apasionante y lo dramático de esta tarea, que no lo sabemos hacer, porque todo lo que se enseña en las universidades es del viejo paradigma".

Si algo quedó claro en la mesa redonda de ayer fue la urgencia de este "cambio global", y también el optimismo: "La Humanidad ha demostrado a lo largo de su Historia que es capaz de enfrentarse a circunstancias complejas; el difícil escenario que se nos presenta ha de afrontarse con una nueva y gran oportunidad", comentó Prats.

Además de la reducción en la energía habrá que tomar medidas en otros ámbitos porque la huella ecológica, es decir, el rastro que deja cada persona a su paso por la Tierra, es superior a lo que puede asumir el planeta. "En España, consumimos y contaminamos más del doble de lo que nos corresponde", aclaró este experto en Urbanismo.

Entre esas medidas está la de llegar a niveles cero de utilización del vehículo privado en las ciudades, o el fin de la especulación económica, volviendo a la autonomía alimentaria, por ejemplo. O la rehabilitación del centro de las ciudades y el freno a la construcción de nuevas viviendas en el extrarradio. "Es un cambio completo de mentalidad, el objetivo es ser capaces de vivir mejor con menos; pero lo advertimos: es el único camino si queremos que la Humanidad perviva", señaló Fernando Prats.

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