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Reportaje:

¿Ideas para un museo?

Cai Guo-Qiang invita a los visitantes del Guggenheim a proponer espacios para el arte - Los bocetos se integrarán en su exposición

El artista chino Cai Guo-Qiang quiere que el público que visite su exposición en el Museo Guggenheim Bilbo aporte ideas para construir el museo con el que sueñan. La imaginación puede volar libremente, sin condiciones previas, bajando a lo concreto o sugiriendo un concepto abstracto con cualquier material. Sólo al plasmar las propuestas está limitado el tamaño del soporte: sobre papel no podrá superar los 30 por 45 centímetros, mientras que las maquetas en tres dimensiones deben caber en un cubo de 30 centímetros de lado. (Información en el teléfono 94 4359067. Entrega en las oficinas del Guggenheim todos los lunes de 10 a 13 horas, hasta el próximo 29 de junio).

Las propuestas que se presenten se irán incorporando a la exposició de Cai, en el apartado Todo es museo, del que ha sido comisario el propio artista. Si Joseph Beuys consideraba a cada ser humano un artista, Cai va más allá al defender que "todo es museo", explica la directora de Actividades Museísticas del Guggenheim, Petra Joos. Cai encuadra la inciativa de los museos en sus "proyectos sociales", actividades artísticas que él lidera desde hace casi 20 años, involucrando en ellos a artistas de diferentes disciplinas y a voluntarios ajenos al mundo del arte.

El artista chino ha promovido museos en búnkeres o bajo puentes de piedra
Norman Foster ha diseñado un edificio para la localidad natal de Cai

Todo es museo ocupa un pequeño espacio junto a las salas que muestran las obras de Cai en el Guggenheim. Pasa desapercibido en el pasillo que conduce a los aseos, ensombrecido por los dibujos de pólvora y las espectaculares instalaciones del artista chino.

Cai ha reunido en Todo es museo la documentación que ilustra su concepción de los nuevos museos de arte contemporáneo, los MoCAs, con los que ocupa espacios de diverso origen. El Museo de Arte Contemporáneo Dragón era un horno de leña de Quanzhou, la localidad natal de Cai, que se utilizaba para cocer ladrillos y piezas de cerámica y porcelana. El horno quedó obsoleto por su impacto ambiental y fue desmontado. Reconstruido pieza por pieza, alberga un museo en Niigata (Japón) desde hace nueve años.

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En una isla perteneciente a Taiwan, Cai promovió un museo en unos búnkeres abandonados por el ejercito y en la Toscana ocupó para el arte contemporáneo el espacio bajo un puente de piedra del siglo XIV. Los tres MoCAS son ejemplos de la rebeldía de Cai frente a los estándares de los museos internacionales, pero tampoco renuncia a ellos. El arquitecto Norman Foster ha diseñado por encargo de Cai un edificio, inspirado en las terrazas de los arrozales, que albergará un museo en Quanzhou. En la exposición también están reflejados los museos Guggenheim, construidos o no, que promovió en todo el mundo el ex director de la Fundación Guggenheim de Nueva York, Thomas Krens.

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