Industria reordena las ayudas a las empresas para aumentar su eficiencia

El Departamento de Industria le acaba de dar la primera vuelta de tuerca a su entramado de empresas y sociedades públicas. El consejero, Bernabé Unda, anunció ayer que los 52 programas de ayudas que gestiona la Sociedad para la Promoción y Reconversión Industrial (SPRI), el principal grupo de empresas que depende de su consejería se han reordenado en torno a las tres líneas estrategicas diseñadas por el Gobierno: los planes Resiste, Compite y Lidera. "Se trata de personalizar las ayudas a las empresas, de hacerles trajes a medida de sus necesidades", aseguró el consejero.

Los objetivos iniciales eran, por un lado, aligerar el número de empresas creadas por los anteriores ejecutivos que sean poco eficientes para mejorar el tejido productivo y, por otro, reducir el coste de la red de programas públicos destinados a incentivar la innovación y la competitividad.

"La transformación tiene que dar como resultado la ventanilla única" La SPRI ha pasado de 9.000 solicitudes el año pasado a cerca de 70.000

Industria ha optado por intentar primero alinear todas las sociedades en el objetivo común de lograr los mayores beneficios para las empresas y los emprendedores vascos, y a partir de ese momento analizar cuáles cumplen con ese cometido y cuáles generan resistencias.

Mientras tanto, se está formando al personal y se está ajustando la estructura de gastos. El director General de la SPRI, Tomás Orbea, adelantó ayer que lograron ya el año pasado un ahorro en costes de gestión del 5% en 2009 (un total de 1,5 millones de euros) y otros 3,5 millones en partidas innecesarias, y a lo largo del presente ejericicio espera reducir otro 5% en gastos de funcionamientos.

El corazón de la nueva estructura de gestión será un responsable de compras que va a gestionar todas las adquisiciones del grupo, apoyado en un esquema más sencillo de altos cargos de las empresas cuyos salarios no van a volver a superar a los de los viceconsejeros.

Con todo ello, el objetivo final es mejorar el funcionamiento de la SPRI, reducir los plazos en los que las empresas reciben las ayudas, y completar su transformación en un grupo con una "ventanilla única" de colaboración entre las empresas y la Administración. Las primeras medidas del Gobierno en esa dirección han aumentado exponencialmente la carga de trabajo del grupo, pasando de unas 9.000 solicitudes anuales a 70.000 en 2009, sobre todo por los diferentes planes para incentivar el consumo puestos en marcha por el nueco Gobierno socialista.

En la línea estratégica Resiste se agruparán los programas destinados a ayudar a las empresas a mantenerse ante la crisis a través de créditos puente, programas de avales, asesores para la reestructuración de la deuda y planes Renove. El Gobierno ha destinado 66 millones de euros a estos planes para activar la demanda en sectores como los de la eficiencia energética, la máquina herramienta o el consumo en general. "Por cada euro invertido se han facturado ocho", precisó Unda.

En la línea de apoyo a la reestructuración de la deuda, Industria está apoyando a más de 34 grupos empresariales que dan trabajo a cerca de 22.000 ciudadanos.

La línea Compite se centra en la internacionalización de las empresas y en la elaboración de planes estratégicos con la ayuda de asesores. Son 10 los proyectos de estas características en marcha, con un coste de 2,7 millones de euros que implican a empresas que emplean a cerca de 14.000 personas.

La línea Lidera concentrará los programas para potenciar sectores y grandes grupos estratégicos que actúen como "tractores" de la economía. La apuesta del Gobierno por el coche eléctrico es un ejemplo de esa línea.

El PP interpela hoy a la consejera de Administración pública, Idoia Mendía, para que aborde "la reforma de la Administración desde criterios de austeridad y racionalidad".