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Munilla deplora el "bombardeo" y el influjo del laicismo sobre los jóvenes

Iceta defiende en su homilía el rechazo a "las ideologías que esclavizan"

La Jornada Mundial de la Juventud, marco en el que el Papa llegará a Madrid el próximo jueves, fue el eje sobre el que los obispos de Bilbao y San Sebastián, Mario Iceta y José Ignacio Munilla, respectivamente, vertebraron ayer sus homilías con motivo de la festividad de la Virgen de la Asunción. Munilla, como ya hizo el pasado martes en otro acto ligado a la Jornada, volvió a destacar las supuestas presiones laicistas a las que los jóvenes se ven sometidos actualmente. Así, pidió a los creyentes que no se avergüencen de "permanecer íntegros en las raíces cristianas" y deseó que puedan manifestar sus convicciones en un clima de "normalidad".

El prelado apuntó que varios de los 6.000 jóvenes que se han concentrado en la capital guipuzcoana antes de partir hacia Madrid para participar en la jornada han sido insultados en la calle, algo que atribuyó al "bombardeo" y el influjo "laicista". El obispo los despidió por la tarde antes de que comenzasen su viaje a la capital española.

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El prelado aprovechó la presencia de estos jóvenes, muchos de ellos latinoamericanos, en la Basílica de Santa María de Coro para indicar que, tal y como hace 500 años "llevamos la fe" a Latinoamérica, esta se encuentra "más viva" allí que en Euskadi. "La fe tiene un recorrido de ida y otro de vuelta; ahora nos toca a nosotros ser humildes aprendices en la fe", sentenció.

Munilla, que recordó de pasada los incidentes de Lloret del Mar y de Londres, sostuvo que no se puede generalizar y "meter a todos los jóvenes en el mismo saco". "Es de justicia reconocer que los jóvenes de nuestra sociedad, por mucho influjo laicista que estén recibiendo, tienen más valores cristianos de los que a primera vista quepa suponer", resaltó.

En su opinión, la sociedad es "más creyente de lo que aparenta ser, pero menos creyente" de lo que "Dios tiene derecho a esperar". Por ello, sostuvo que para que los jóvenes crezcan en la fe resulta necesario construir una cultura "más libre y menos relativista".

Para el obispo donostiarra, esta libertad significa poder expresar públicamente en un ambiente de "normalidad" las convicciones espirituales de cada uno. Y agregó que se debe edificar una sociedad menos relativista porque "cuando se impone la cultura del 'todo da lo mismo' y no se reconoce ninguna verdad como definitiva, entonces todo es inestabilidad, desconcierto".

Los discursos de los dos prelados, especialmente el de San Sebastián, muestran tanto el papel preferencial que están dando a cuestiones doctrinales y morales en sus intervenciones públicas como el núcleo del discurso de la Conferencia Episcopal con la visita de Benedicto XVI en la mirada: la denuncia de un laicismo que estiman creciente en la sociedad española.

Ante los miles de peregrinos que se congregaron en la bilbaína Basílica de Begoña desde primeras horas de la mañana, Iceta consideró que sobre el "ilusionante" futuro de los jóvenes se ciernen varias sombras. Incertidumbres provocadas por motivos como la hambruna en Somalia o Etiopía, la violencia "cruel" de Siria, los recientes disturbios de Inglaterra, la matanza de Noruega, los brotes de xenofobia, la violencia machista o la crisis económica, que, según el obispo, debe ser analizada desde sus raíces antropológicas y éticas.

"Unas raíces sobre las que se ha prestado poca atención, dedicando nuestros esfuerzos únicamente a aspectos técnicos", explicó el obispo, recuperando un argumento que ya ha empleado en ocasiones precedentes.

El obispo incidió en la necesidad de disponer de una educación basada "en la verdad y el bien, rechazando las ideologías que esclavizan", que no especificó. "Una educación abierta a la trascendencia, integradora de todas las dimensiones humanas", mantuvo.

La ausencia de asesinatos ha dejado relegadas a un segundo plano las referencias al terrorismo en las intervenciones de los prelados, un argumento que antaño tenía un papel relevante en las homilías de los obispos con motivo de la festividad de la Virgen de agosto.

Iceta, quien el pasado año en esta misma fecha hizo varias referencias a la paz y la capcaidad de perdón y reconciliación, en pleno debate público sobre la reinserción de los etarras, ayer se limitó a incluir "la resolución de la violencia y el terrorismo" entre las cuestiones que requieren una "serena reflexión". Y se mostró convencido de que la violencia "puede ser vencida por el amor y el perdón". Munilla no ha aludido a ETA en sus dos homilías de la celebración de la Virgen de la Asunción al frente del obispado de San Sebastián.

La concejal bilbaína de Bildu Helena Gartzia asistió con el resto de la corporación a la Basílica de Begoña en representación de la coalición, que había anunciado que no acudiría al acto religiosos, pero se quedó sin entrar en la misa mayor. Posteriormente, presenció junto al resto de ediles varios bailes tradicionales y el canto del Gernikako Arbola frente al retoño del árbol de Gernika plantado en Begoña.

Esta asistencia contrasta con la ausencia del alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, de Bildu, a la tradicional Salve a la Virgen en la Basílica de Santa María del Coro donostiarra celebrada el pasado domingo. Solo acudieron al acto multitudinario, a título personal, los concejales de su grupo Josu Ruíz y Nerea Txapartegi.

La Jornada Mundial en Euskadi

- Alrededor de 7.200 personas procedentes de todo el mundo han pasado estos días por las tres capitales vascas como preparación a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el encuentro que Benedicto XVI mantendrá con jóvenes en Madrid. Estas citas, creadas en 1997 en París, se denominan Días en las Diócesis y sirven de antesala a la Jornada Mundial propiamente dicha.

- Por territorios, Gipuzkoa ha concentrado el mayor número de peregrinos. San Sebastián y otros municipios de la provincia han acogido un total de 5.653 jóvenes invitados por la diócesis. Los grupos más numerosos provenían de Chile (1.400 personas), país cuyas autoridades religiosas han decidido que todos sus peregrinos visitaran San Sebastián, e Italia (1.200). Bizkaia ha acogido a 800 jóvenes y Vitoria a otros 700 más.

- Los jóvenes se han hospedado con familias voluntarias y en colegios, parroquias, residencias u otro tipo de infraestructuras. Y los cargos de manutención han sido sufragados en su totalidad o en parte por las diócesis, en función del país de procedencia y su riqueza.

- Los peregrinos se despidieron ayer de sus ciudades de acogida para poner rumbo a Madrid. Durante estos días han disfrutado de multitud de actividades y encuentros. Los jóvenes hospedados en Gipuzkoa participaron el pasado sábado en un encuentro en Loyola. Los peregrinos de Bizkaia visitaron Gernika, donde fueron recibidos por su alcalde, José María Gorroño, de Bildu, y en Vitoria recorrieron diversos enclaves de la ciudad.

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