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Pamplona recupera sus mujeres

"Hemos recuperado la mitad de la historia de esta ciudad, que permanecía oculta", aseguran Silvia Fernández y Ana Díez de Ure, miembros del equipo investigador del libro Ellas, las mujeres en la historia de Pamplona. Lo que comenzó siendo un simple proyecto premiado en un concurso de ideas sobre igualdad de oportunidades convocado por el Ayuntamiento de Pamplona, se ha transformado en una profunda y exhaustiva investigación de datos, fuentes y testimonios sobre la vida y el importante papel de las mujeres más destacadas de la historia de la capital navarra. El libro ha rastreado la presencia femenina, una presencia "omitida en el relato de la historia", como indica la concejala de la Mujer, Concha Fernández de Pinedo, desde la mujer vascona del poblamiento prerromano de Iruña hasta el siglo XX. El resultado es un documentado y apasionante relato de cerca de 600 vidas de destacada significación, desde el curioso personaje de la obispa Sancha Ramírez hasta la funambulista Remigia Echarren, pasando por la prestamista judía Dueña Encave, la curandera Martija de Jáuregui, la republicana Julia Álvarez o las educadoras nacionalistas María Viscarret, Catalina Alastuey y Julia Fernández Zabaleta, cofundadoras en 1932 de la primera ikastola de la ciudad. El alcalde de Pamplona, Javier Chourraut, reconoce que ese "agravio histórico" se extiende al mismísimo callejero de la ciudad y a la escasa presencia femenina en sus hitos monumentales. Para corregirlo, el libro, que ha sido elaborado por el equipo de investigación del Instituto de Promoción de Estudios Sociales (IPES) coordinado por Paco Roda y Silvia Fernández y en el que han trabajado Ana Díez de Ure y Sonia Pinillos, incluye a modo de guía varios recorridos por Pamplona en los que la mujer es la protagonista. Itinerarios históricos para acercar al lector al medio centenar de muy elaboradas biografías femeninas que la publicación incluye. La recuperación de esa memoria histórica se remonta hasta la estela romana de piedra que marcaba la tumba de la romana Annia Buturra, que puede observarse en el Museo de Navarra; la sacerdotisa romana Sempronia Placida, una de la dos sacerdotisas de la Vasconia del momento, o la herbolera Jurdana de Irisarri, quemada en la hoguera en 1330; la ginecóloga Martija de Jáuregui (1570); las aristócratas Leonor de Trastámara y Johana de Beunza. También incluye un enorme curriculum de personajes históricos como Blanca de Navarra o contemporáneos como Carmen Baroja, escritora y madre de Julio Caro Baroja; Soledad Villafranca, propagandista política y compañera de Francisco Ferrer y Guardia, o la gastrónoma Genoveva Ruiz Zabalza, Geno, fallecida en Bilbao en 1986. Pero al margen de las biografías y la historia, la publicación editada por el Ayuntamiento pamplonés presenta un completo callejero femenino, con precisas explicaciones sobre quien es quien y el por qué de esas denominaciones viarias, en las que se mezclan santas y pecadoras con reinas y plebeyas. Los paseos dividen la ciudad en múltiples estratos superpuestos: la Pamplona romana y sus mujeres; las protagonistas de la ciudad medieval; un recorrido por la judería; las mujeres de la catedral gótica y dos últimos recorridos por la ciudad moderna y contemporánea, al término de los cuales el visitante o el lector habrá pagado una deuda histórica con esa mitad de la población que la historia nunca trata en igualdad de condiciones.

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