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Osakidetza gasta cuatro millones en el acceso a publicaciones científicas

Médicos y enfermeras pueden desde febrero consultar los textos en su hogar

Nunca se deja de aprender, y menos en un campo como el de la medicina, donde cada día se avanza en técnicas contra las enfermedades, una evolución que ha hecho que en Euskadi la esperanza de vida alcance casi los 81 años. Pero estar al día no resulta gratuito. Osakidetza ha destinado este año 3,9 millones de euros a mantener la infraestructura de su biblioteca física, impulsar la digital y negociar acuerdos con publicaciones científicas para que todo su personal pueda seguir formándose y actualizando sus conocimientos.

En los últimos seis años, el Servicio Vasco de Salud ha pasado de invertir en su biblioteca cerca de dos millones a duplicar esta cifra. Este incremento se debe al mayor número de ejemplares que la conforman. La mayor cuantía destinada a este fin se registró en 2009, con 3,97 millones de euros. En el último año, el presupuesto se ha reducido en 30.000 euros a causa de la crisis.

La consulta digital cuesta seis euros frente a los 23 de algunos textos

Con todo, la inversión se traduce en 2.585 revistas y 4.886 libros electrónicos para la plantilla de Osakidetza. Las primeras licencias electrónicas comenzaron a adquirirse en 2004 y, a día de hoy, Osakidetza negocia con 23 editoriales sus correspondientes paquetes de publicaciones digitales. Según los últimos datos, el coste que Osakidetza paga por cada consulta que se realiza desde su sistema ronda los seis euros. La cifra es económica: por ejemplo, en la revista Neuroepidemiology, cada consulta cuesta 30 dólares -23 euros-. Es el coste del conocimiento.

Ricardo Aróstegui, coordinador de Bibliotecas de Osakidetza, explica que las negociaciones con las editoriales son complicadas. "Las que tienen publicaciones de calidad tienen la sartén por el mango", resume. Estas empresas ofrecen paquetes con muchas revistas a los interesados. En ocasiones, parte de ellas no son del campo del cliente, pero adquirirlas con las publicaciones que sí interesan resulta más barato que sacarlas del contrato. Por ello, la plantilla de Osakidetza tiene también acceso a revistas relacionadas con las matemáticas o la biología.

En el ámbito de las bibliotecas de Osakidetza, la pelea entre el papel y el digital está en las últimas. Según pronostica Aróstegui, las bibliotecas físicas, que hoy en día se ubican mayoritariamente en los hospitales de la red pública, tienen fecha de caducidad: dentro de cinco o seis años todas las publicaciones del Servicio vasco de Salud serán digitales. "No hay vuelta atrás", recalca. Las cifras de consultas a los textos completos lo ratifican. En 2009 se realizaron 314.325, frente a las 97.047 de 2004. Solo en el primer trimestre de 2010 ya hubo 83.210 entradas.

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El Servicio Vasco de Salud muestra su decisión de impulsar la consulta de las ediciones digitales. Una forma de hacerlo es facilitando el acceso a los profesionales. Así, desde febrero de este mismo año, el personal sanitario puede acceder a los artículos digitales desde cualquier ordenador, por ejemplo en sus casas, por medio de claves y acceso a Internet. Hasta ahora, las licencias se limitaban a los ordenadores de los centros de salud y hospitales.

Aróstegui contabiliza que el acceso se halla abierto a un total de 22.092 profesionales, entre médicos, enfermeras, médicos residentes y personal asistencial. El coordinador destaca que muchos de ellos no pueden realizar las consultas durante su horario de trabajo. A pesar de que la herramienta no ha hecho más que arrancar, cada día se registran más de 150 consultas por esta vía.

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