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Osakidetza podrá ofrecer terapia para dejar de fumar en todos los centros de salud este año

Osakidetza formará a lo largo de este año a médicos y enfermeras para que, antes de que acabe 2011, todos los centros de salud de Euskadi tengan personas de referencia en tabaquismo a lo largo de todo el día -tres profesionales por centro- que podrán ofrecer terapias individuales y grupales para dejar de fumar.

El Servicio vasco de Salud ha comenzado ya la campaña Euskadi libre de humo de tabaco para dar un impulso a la lucha contra el tabaco. La iniciativa pretende mejorar la formación de los profesionales y homogeneizar la atención que se da a los ciudadanos en este sentido. Y es que, hasta ahora, algunos centros de salud han ofrecido ayuda para dejar de fumar. Sin embargo, Osakidetza apuesta por que todos los centros de Atención Primaria lo hagan. Para ello la formación -desde mayo para terapias individuales y desde junio para las grupales-, sobre todo de enfermeras, que desembocará en terapias de deshabituación para personas mayores de 14 años.

El Servicio vasco de Salud ha empezado a formar a los profesionales

También se promoverá lo que se conoce como el consejo breve, el cuestionario y el asesoramiento rápido que los médicos de cabecera y las enfermeras pueden dar a sus pacientes para animarles a dejar de fumar. Solo con este gesto, "el 4% de los fumadores" abandona este hábito, resaltó ayer en Vitoria la coordinadora del programa, Mari Luz Peña.

Juan Carlos Arboníes, médico de Atención Primaria, aseguró durante la presentación que dejar de fumar "mejora más la salud que controlarla haciendo análisis o tomando la tensión". El enfermero Carlos Jiménez añadió que la eficacia de las terapias es similar en grupo o en solitario. En ellas se ofrece una atención integral, que va desde técnicas para evitar recaer hasta la prescripción de fármacos que "duplican e incluso triplican" las posibilidades de dejar el tabaco.

Para demostrar que dejar de fumar es posible, dos pacientes explicaron sus experiencias. Por un lado, Felix Sobrino explicó cómo está abandonando este consumo, ayudado por los fármacos, después de haber fumado "entre dos y tres paquetes diarios". "He picado", confesó, pero rápidamente matizó apuntando a sus pulmones que "lo voy a dejar, tengo que dejarlo por mi salud". Otra paciente, María del Valle, explicó cómo lleva "un año y tres meses" sin probar el tabaco. Ella también se apoyó en las pastillas, pero defendió la terapia grupal. Nada de engordar, ni de ansiedad: "todo eso son excusas, obstáculos que nos ponemos para no dejarlo".

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